“¡Antipatriota, infame!”: El enojo de Jair Bolsonaro con una periodista por una pregunta sobre su gestión frente al coronavirus

Una encuesta elaborada por Datafolha ubicó al presidente de Brasil debajo de gobernadores regionales y del propio ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta. Consultado por esta situación, el mandatario no ocultó su malestar con la prensa

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Una encuesta elaborada por Datafolha ubicó al presidente de Brasil debajo de gobernadores regionales y del propio ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta

“Es una pregunta antipatriota, infame”. Así reaccionó este lunes Jair Bolsonaro ante una consulta de una periodista sobre la baja popularidad que registra por estos días el presidente de Brasil por su gestión para combatir el coronavirus.

Durante una declaración a la prensa en las afueras del Palacio da Alvorada, el jefe de Estado minimizó el resultado de la encuesta de Datafollha, según la cual los gobernadores y el ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, tienen una mejor evaluación en relación con el manejo de la crisis.

“Se está preocupando por mi popularidad o la de Mandetta (...) El presidente de la República y los ministros están trabajando hace semanas para minimizar los efectos del coronavirus. Las vidas de las personas están en primer lugar”, señaló Bolsonaro.

El mandatario fue muy criticado luego de considerar que hay mucha “histeria” en torno a la pandemia que tiene en vilo al mundo. En esa línea, volvió a apuntar contra la prensa: “La dosis del remedio no puede ser excesiva. De modo que el efecto colateral sea más dañino que el virus. La prensa es extremadamente importante para divulgar la verdad, pero no para hacer preguntas como esta… Es una pregunta antipatriota; una pregunta que va contra los intereses de Brasil, una pregunta que lleva al descrédito de la prensa brasileña; una pregunta, me disculpan, infame. Van a decir que estoy atacando a la prensa, si estoy atacando, salgan del camino de Alvorada”.

El estado de Río de
El estado de Río de Janeiro se declaró en estado de emergencia (REUTERS/Ricardo Moraes)

Y agregó: “No tenemos cómo evitar los efectos del coronavirus. No tenemos una vacuna, y por lo tanto no tenemos un tratamiento. No podemos llevar pánico a la sociedad, el pánico también es una dolencia más grave que las propias causas del coronavirus”.

El presidente brasileño sostuvo que las personas con pánico “entran en depresión”, y esto las hace “más susceptibles de contraer el virus”. “Entonces como no tenemos cómo evitar el virus, nos estamos quedando en el hogar, para evitar la contaminación. No se puede hacer más de lo que estamos haciendo”.

“Los ministerios están trabajando constantemente. Pero la pregunta es que la popularidad de Mandetta es mejor que la mía. ¿Será que la prensa brasileña no tiene más inteligencia para hacer preguntas a la altura de Brasil, a la altura de las vidas que están en riesgo?”, expresó Bolsonaro, visiblemente ofuscado.

De acuerdo a la encuesta de Datafolha, el 35% de los 1.558 interrogados vía telefónica entre el 18 y el 20 de marzo considera que el desempeño de Bolsonaro es óptimo o bueno, si bien el 33% lo considera pésimo o malo y el 26% lo tacha de regular.

Bolsonaro fue muy criticado por
Bolsonaro fue muy criticado por su gestión para combatir el coronavirus

No obstante, el 54% aplaude el trabajo de los gobiernos regionales, algunos de los cuales han tomado medidas más drásticas que las adoptadas por el Palacio de Planalto, y el 55% aprueba igualmente el trabajo del Ministerio de Sanidad, a cargo de Mandetta, una figura que alcanzó una alta popularidad tras el inicio de esta crisis.

Los estados de San Pablo y Río de Janeiro se han declarado en estado de emergencia, anunciando cierre de lugares públicos y restricciones a los servicios no esenciales, mientras que el Gobierno federal se resiste a tomar medidas similares.

Bolsonaro ha restado importancia a la pandemia de coronavirus, llegándolo a calificar de “gripita”. Incluso asistió a una manifestación en Brasilia en la que saludó a varias personas, en contra del consejo de las autoridades sanitarias.

Por ahora, Brasil, con 34 muertos y 1.891 contagiados, ha cerrado las fronteras, aunque se mantienen abiertas para trabajadores transfronterizos, tráfico de mercancías y acciones humanitarias. Con esas cifras, es el país de la región más afectado.

Además, Bolsonaro había anunciado el domingo un decreto por el cual habilitaba a las empresas a suspender los contratos laborales sin sueldo por hasta cuatro meses. Pero tras fuertes presiones, decidió dar marcha atrás y lo derogó.

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