SAN PABLO.- El presidente Jair Bolsonaro acaba de admitir la posibilidad de haberse infectado con el Coronavirus. Dijo que irá a someterse a un tercer test para salir de las dudas. Fue después de confirmarse que otros cuatros miembros de la comitiva que lo acompañó a Miami, donde se encontró con el jefe de la Casa Blanca, Donald Trump, el 7 de marzo. Hoy trascendieron los nombres los nuevos contagiados: son el asesor Filipe Martins; el jefe de Ceremonial de la presidência, Carlos França; el director del Departamento de Seguridad, coronel Gustavo Suarez; y el secretario personal Mayor Cid.
Hasta ahora, llegan a 22 los integrantes de la misión que fue con el presidente a Estados Unidos hace dos semanas. Bolsonaro indicó: “Yo estoy bien. Hice dos tests. Pero tendré que hacer otro, según la orientación médica que reciba”. Aclaró luego que “el teste dio hasta ahora negativa en toda la familia. Tal vez yo me haya infectado antes y ni siquiera lo supe. Estoy con muchos anticuerpos”.
Los recelos surgieron hace 8 días, cuando los médicos determinaron que Fabio Wajngarten, secretario de Comunicación Social, había contraído el Covid-10 luego de volver de Miami. Pero aumentaron luego que se confirmara la dolencia en su colaborador más cercano, el ministro de Seguridad Institucional Augusto Heleno.
Con todo, el presidente volvió a minimizar la gravedad de la pandemia que conmueve al mundo. “Después del cuchillazo (que recibió en septiembre de 2018, durante la campaña electoral), no será una gripecita la que me va a derrumbar”. Con su equipo de ministros estuvo reunido al mediodía con empresarios brasileños, vía teleconferencia. Durante ese encuentro insistió en que es preciso evitar medidas “drásticas” capaces de poner en juego los resultados económicos. Se manifestó en desacuerdo con todo lo que signifique cierres de aeropuertos, de shoppings o de rutas. “El remedio puede matar más que el virus” subrayó.
El equipo económico brasileño reveló, este viernes, que la economía de Brasil tendrá crecimiento de 0,02% este año, o sea, nulo. Sin embargo, la expectativa parece optimista en comparación con los informes de los grandes bancos brasileños. El Itaú, por ejemplo, prevé una retracción del Producto Bruto Interno de 0,7%. Otras instituciones, como el JP Morgan y Goldman Sachs evaluaron caídas más severas: de 1% y de 0,9% respectivamente.
En la misma tele-reunión con los empresarios, el ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, previó un colapso del sistema de salud en abril próximo. Según los análisis de los epidemiólogos, que maneja el gobierno, la transmisión del Coronavirus crecerá hasta mayor o, inclusive, junio. Y recién habrá una estabilización a partir de julio, con una caída de los casos recién en septiembre. De acuerdo con los datos aportados por Mandetta este viernes contabilizaron 904 casos confirmados y 11 muertes. Nueve de esos decesos ocurrieron en San Pablo y los dos restantes en Río de Janeiro. Tanto en la capital carioca como en la paulista continúan abiertos los principales aeropuertos brasileños para vuelos procedentes del exterior.
De acuerdo con el ministro Mandetta, el colapso del sistema significa que no dará a basto para proveer de atención médica a todos los infectados, lo que pintaría un escenario similar al de Italia. Sostuvo luego que sin dudas “tendremos problemas. Lo sé bien. Aquellos que hoy aplauden van a tirarnos piedras de aquí a uno o dos meses. Pero vamos a trabajar duro”. En una conferencia de prensa esta tarde en el Planalto, el funcionario indicó: “El colapso es un escenario. Podemos tener diversos grados de complicación, vamos a monitorearlos y trabajar juntos a los municipios, los estados provinciales, los médicos y el personal de salud, para evitar que el sistema se vea colapsado”.
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