La presidente interina de Bolivia, Jeanine Áñez, anunció el martes una batería de medidas que tienen como objetivo la contención y prevención de la población de la pandemia global causada por el COVID-19. En el país, hasta el momento, se han registrado doce casos de contagios.
Entre las medidas, que en principio regirán hasta el 31 de marzo y cuya continuidad dependerá de una posterior evalucación, se cuenta el cierre completo de las fronteras bolivianas con la única excepción de ciudadanos bolivianos, además de la suspensión de todos los vuelos internacionales en las próximas 72 horas.
Además, en ese mismo plazo se suspenderá todo el transporte público terrestre, ya se interdepartamental o interprovincial, reportó el diario El Deber después de los anuncios de Áñez. Sólo se permitirá el paso de vehículos con alimentos para garantizar el abastecimiento de la población.
También se reducirá la jornada laboral hasta las cinco horas diarias, es decir, de 8:00 horas a 13:00; mientras que los mercados y los centros de abastecimiento permanecerán abiertos hasta las 15:00 horas.
El transporte público urbano, por su parte, circulará desde el 18 de marzo hasta las 16:00 horas y, a partir de las 18:00, quedará restringido el paso de vehículos particulares hasta las 5:00 horas de la mañana siguiente.
“Recuerden, vamos a superar entre todos, coordinados, disciplinados, con espíritu de buenos vecinos, con espíritu de familia, de hermanos, de padres, con espíritu rojo, amarillo y verde”, comenzó la primera mandataria interina en un mensaje televisado a la nación.
Áñez admitió que las medidas anunciadas serían “duras”, y que estaban orientadas a que la población permanezca la mayor cantidad posible de tiempo en sus hogares. También adelantó que las medidas vendrán acompañadas de una serie de ayudas económicas destinadas a las familias de menos recursos, aunque no dio mayores detalles.
La semana pasada, el Gobierno interino ya había anunciado una serie de medidas que tenían el objetivo de contener la enfermedad, con el decreto de la emergencia nacional. Entonces, decidió la suspensión hasta el próximo 31 de marzo las clases en todo el país, en todos los niveles educativos, además de prohibir los eventos públicos con más de mil personas, como los musicales, deportivos, culturales y religiosos.
Además, el sábado pasado las autoridades de la región boliviana de Oruro decretaron una cuarentena por 14 días en el municipio homónimo tras conocerse que allí se encuentran siete de los diez casos confirmados de coronavirus (COVID-19) que registra Bolivia.
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