El gobierno de Evo Morales diseñó un “plan para eliminar las FFAA" que apuntaba a reemplazar a los militares y a los policías por milicias, según el ministro de Defensa de Bolivia. Fernando López, que cursó la carrera militar y que tiene el título profesional de comunicador social, acaba de estar dos días en Chapare, el bastión político de Morales, la zona de producción cocalera con mayores brotes de tensión y el principal foco de resistencia al gobierno de la transición, que acaba de iniciar la semana pasada en ese lugar la erradicación forzosa de más de 8.000 hectáreas de coca. Tras inspeccionar la zona, no sólo ha cuestionado el rol de la llamada “policía sindical”, impulsada por Evo Morales, sino que ha denunciado entrenamientos militares de personas de Chapare enviadas a Cuba y a Venezuela y ha mencionado que existen indicios de presencia de extranjeros que llegaron de ambos países y de Colombia con intenciones de generar movimientos insurgentes. En entrevista con Infobae, el ministro de 55 años, que le tocó liderar la movilización de las FFAA durante la reciente convulsión social en Bolivia, también ha hablado de la posición de los militares en la transición compleja que vive el país rumbo a las elecciones del 3 de mayo.
-¿Cómo ve la democracia boliviana tras los sucesos derivados de la renuncia de Evo Morales, sigue aún frágil?
-Definitivamente no está consolidada. Hay todavía vicios de gente que quiere el caos. No está todo dicho en la pacificación. Por eso estamos nosotros permanentemente alertas, entrenando, visualizando, pero es real que tenemos un país ahora en paz. Se logró la pacificación. No tenemos problemas permanentes en las calles o donde fuere. Se respira paz y ojalá el 3 de mayo se consolide.
-¿Cree que para las elecciones del 3 de mayo el país llegará pacificado?
-Tengo fe que sí. Ojalá las elecciones permitan continuar con un país pacificado.
-Chapare es la zona de mayor tensión. La Policía se fue del lugar durante los conflictos. ¿Las FFAA mantienen el control del lugar?
-He estado dos días en Chapare. Visité casi todas las unidades militares. Hay más de 300.000 personas en la zona y la mayoría no está metida en la coca excedentaria que es destinada a la cocaína. Si no fuera así no tendría sentido destinar a las FFAA y a la Policía a la erradicación. Si el cultivo fuera sólo para usos y costumbres, perfecto. Pero lo excedentario no. No todos los hermanos de Chapare tienen que ver con lo ilícito. No podemos estigmatizarla como una zona roja, no son todos así. Es una minoría la que tiene un poder sobre la gente común y corriente. Los tienen amenazados, amedrentados, subyugados, tienen poder, tienen armas. Estoy entrando a una estrategia de diálogo. Si puedo hablar con los presidentes de las seis federaciones cocaleras lo voy a hacer, con Andrónico Rodríguez (vicepresidente de los cocaleros y candidato del MAS), con quien sea. Nos tenemos que poner de acuerdo, antes de generar acciones de fuerza. No estoy hablando de erradicación de la coca, si no de forma de vida. La erradicación tiene su norma y hay que cumplirla. Tenemos más de 1.300 efectivos en esa tarea.
-¿Cuántas hectáreas de coca van a erradicar? ¿Hay alguna resistencia?
-Hay un plan que cumplir de acuerdo a la ley. Son 8.575 hectáreas distribuidas entre Chapare y Yungas. Vamos a entrar a todas las zonas protegidas, a los parques. No hay que estigmatizar al Chapare como zona roja. Tenemos una universidad en Shinaota, la EMI. Son 240 alumnos y cada vez crece. Estamos sentando soberanía. Las FFAA nunca salieron de Chapare. Hay un regimiento, una base aérea, alrededor del aeropuerto. La Policía salió del lugar por seguridad, aunque hay zonas donde los mismos alcaldes han cuidado sus instalaciones. La mayoría no está en la lógica de la violencia en Chapare, se los garantizo. Con el tiempo hay que clarear las cosas. Se trata de una minoría con poder, otorgado por el anterior gobierno, una minoría organizada, entrenada en Venezuela y Cuba. Mucha gente fue a hacer cursos a Venezuela y a Cuba, no solo ideologización, sino entrenamiento militar.
Hay más de 300.000 personas en la zona y la mayoría no está metida en la coca excedentaria que es destinada a la cocaína. Si no fuera así no tendría sentido destinar a las FFAA y a la Policía a la erradicación.
-Usted dijo que la llamada “policía sindical” de Chapare se está pasando de la raya. ¿Qué significa eso?
-Cuando hay un accidente llegan estos señores como policía sindical. Son tránsito, cumplen un rol policial. Es un Estado paralelo. Incluso controlan los vehículos que entran y salen de la zona. Un dirigente dice que solo funcionan cuando hay actos, pero es mentira. No están armados ellos, pero detrás hay gente armada y avalada por los policías sindicales.
-¿Qué se puede hacer con la llamada “policía sindical”?
-Hay que empezar a tomar decisiones, no sé si este o el próximo gobierno. Ojalá primero se tenga la opción de hablar. A la pacificación se llegó con diálogo. Ojalá se animen a hacer un diálogo nacional. Que nos digan su realidad, aunque no les falta coliseos, canchas de fútbol y hasta hay un centro de alto rendimiento. Cada barrio tiene cancha con pasto sintético.
-¿La erradicación de la coca no está ahora condicionada?
-Antes era como ir a Disney, como ir en un juego de un lugar a otro. Ellos decían cómo, porqué y para qué. Queremos que nos dejen trabajar. Parte de la presión que ellos ejercen sobre sus propios compañeros es amenazarlos con erradicar la coca que tienen. Hay presión dentro de su propio negocio, hay una gestión del miedo. Unos cuantos no pueden hacer que todos vivan como ellos quieren. Si nos organizamos vamos a poder vivir de alternativas que no sean la coca. Si esto viene de adentro hacia afuera será mucho mejor. Está parado el turismo, la hotelería. No podemos seguir viviendo en un país con un sector chico que es un tapón. Tienen hasta el atrevimiento de pedirles credenciales a nuestros oficiales en los minibuses. Debemos dejar de pensar que eso es un juego y que es natural. Tienen a la Policía y alas FFAA si necesitan.
-Se dijo que existen indicios en la zona de grupos insurgentes de las FARC y otros. ¿Es así?
-Indicios hay. Llegan de Venezuela, de Cuba, de Colombia. No es tan visible pero existen indicios. Hay que corroborarlo y hablar en otro tono porque nadie puede permitir que en la zona anden extranjeros armados. Cuando eso ocurra, las FFAA están entrenadas y preparadas.
-¿Hay otros lugares en Bolivia que no sean Chapare con estos problemas?.
-Se ha estigmatizado mucho a Chapare, pero ahí está la casa central. Los Yungas también tienen coca excedentaria, pero los radicales están en otro lado. Junto a la Policía estamos en proceso de investigación y de avanzada para ver los parques nacionales.
-¿Existen vínculos de algunos políticos o autoridades con esta situación?
-Cien por ciento. Todos son del MAS.
-La ideologización de las FFAA fue un tema marcado en la gestión de Evo Morales. ¿Cuál es la realidad ahora?
-A las 24 horas que me posesionaron ya habían cosas afuera, como el lema de Patria o Muerte Venceremos. La llamada Escuela Antiimperialista ahora es la EMI, que se llama Héroes de Ñancahuazú. Existió la ideologización, pero a los cursos de cubanos y venezolanos asistían militares con criterio formado y no se tragaban la pastillita. Sin embargo, hubo militares que no sólo estuvieron de acuerdo con el régimen, sino que colaboraron con el régimen, pensando que iba a durar 50 años. Están identificados.
Existió la ideologización, pero a los cursos de cubanos y venezolanos asistían militares con criterio formado y no se tragaban la pastillita
-¿Han tomado ahora distancia las FFAA del gobierno transitorio?
-No sólo están distantes, si no que son neutrales y el mensaje es de subordinación y constancia. Se conversa bastante de que la lealtad máxima es a la patria, a los bolivianos.
-Usted dice que los actuales comandantes de las FFAA son de la generación de la democracia. ¿Qué significa eso?
-Nosotros entramos al Colegio Militar cuando había democracia. Somos de esa generación, que está convencida del camino del respeto a la Constitución y a los reglamentos de las Fuerzas Armadas. No se les pasa por la cabeza la idea de un golpe de estado. Hubo otras épocas en las que se decía que para ser Presidente había que entrar al Colegio Militar. Hoy tenemos una generación de comandantes totalmente alineada con la democracia.
-En el anterior gobierno de Evo Morales hubo un mayor presupuesto y buen trato a las FFAA. ¿Qué opina?
-Las dádivas iban para arriba. El Gobierno de Evo Morales tenía un plan de descolonización de las FFAA , que consistía en desmoralizar y eliminar a las FFAA y a la Policía, en paralelo, para generar milicias, pero necesitaban a unas Fuerzas Armadas controladas. Las cúpulas estuvieron muy metidas con ellos, tenían un trato especial. Para el 98 a 99 por ciento de los militares el trato fue otro. Ahora tenemos un comandante en jefe probo y éticamente alineado con a las FFAA.
-¿Y cómo están las relaciones con la Policía?
-Históricamente estamos viviendo un hecho significativo en la relación con la Policía. Estamos trabajando cuidándonos las espaldas ambos, no podemos ir separados. Tenemos una relación de planificación operativa y conscientes de que debemoser una yunta.
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