El Grupo de Lima aseguró este jueves que “el sufrimiento humano en Venezuela ha alcanzado un nivel intolerable” y anticipó “gestiones internacionales” para "detener la tragedia”, de la que reiteró solo se saldrá con “elecciones presidenciales justas, libres y creíbles”.
Las conclusiones se desprenden del comunicado que publicó el grupo multilateral dedicado a buscar una salida a la crisis del país caribeño al finalizar una nueva reunión, esta vez en la ciudad canadiense de Gatineau.
Además, en una conferencia de prensa posterior, los países -representados en el canciller canadiense François-Philippe Champagne- mostraron su voluntad de trabajar en esa dirección con otros actores de la comunidad internacional, y se refirieron a la posibilidad de que países como Rusia o Cuba -aliados del régimen de Nicolás Maduro- se encuentren entre ellos.
La reunión marcó además la adhesión al grupo de Bolivia -luego de la renuncia de Evo Morales y su posterior reemplazo por la presidente interina Jeanine Áñez- y República Dominicana. También permaneció Argentina, pese al cambio de signo político luego de la victoria de Alberto Fernández por sobre Mauricio Macri a finales de 2019.
El comunicado también se enfocó en reafirmar su apoyo al presidente encargado Juan Guaidó y resaltar la unidad del grupo, así como su “compromiso inquebrantable con el retorno de la democracia en Venezuela, basado en nuestros valores, principios y posiciones fundamentales expresados en previas declaraciones”.
“Venezuela ha sido llevada por un camino de colapso económico, abusos de los derechos humanos, aumento de la criminalidad y destrucción del medio ambiente. El sufrimiento humano ha alcanzado un nivel intolerable. Esto contribuye a la urgencia de una salida pacífica y democrática de esta crisis que se deteriora rápidamente”, agrega un párrafo del documento.
La salida, reiteró el grupo multilateral, debe ser lograda mediante elecciones. E indicó que si bien están previstas elecciones parlamentarias en diciembre de este año", “la democracia se restablecerá plenamente en Venezuela solo mediante elecciones presidenciales justas, libres y creíbles”.
“Este proceso debe incluir un Consejo Nacional Electoral independiente, un Tribunal Supremo imparcial, apoyo y observación internacionales, la plena libertad de prensa y la participación política de todos venezolanos”, detalló. Y agregó que “si bien son los venezolanos quienes decidirán en última instancia”, “la comunidad internacional tiene un papel crucial que desempeñar”.
"Hoy, el Grupo de Lima hace un llamamiento a la comunidad internacional para que se una a nosotros en el apoyo a un futuro democrático para Venezuela. El mundo necesita unirse para detener la tragedia humana en Venezuela”, anunció. Y detalló: “En los próximos días y semanas, representantes de los miembros del Grupo de Lima participarán en un período intensivo de gestiones internacionales y consulta con todos los países interesados en la restauración de la democracia en Venezuela”.
En un pasaje de la conferencia, el canciller canadiense fue consultado si Rusia y Cuba -aliados y principales sostenes del régimen de Maduro- podrían ser parte de las negociaciones. “No voy a juzgar a las naciones por sus palabras, sino por sus acciones. Si veo acciones y van en esa dirección, hablaremos. Si Cuba u otra nación quieren realizar acciones para lograr una transición pacífica de acuerdo con la voluntad del pueblo venezolano, hablaremos", dijo.
La sugerencia por parte de Canadá sobre posibilidad de que Cuba formara parte de potenciales negociaciones acerca de la crisis venezolana causaron controversia menos de un mes atrás. En ese entonces, y en el marco de su gira internacional, Guaidó había dicho en Canadá que las gestiones que ha tenido ese Estado con distintos países, “incluido Cuba, son muy positivas para encontrar una solución y permitir una rápida transición” en el país caribeño. No obstante, recordó entonces que “ahora mismo lo único que están haciendo es apoyar a Maduro”.
Un día después, el gobierno de Estados Unidos rechazó esta posibilidad. Lo hizo a través del subsecretario de Estado para América Latina, Michael Kozak, quien mediante una publicación en su cuenta de Twitter indicó: “Cuba no es la solución a los problemas del pueblo venezolano; es el problema. Si Cuba realmente quisiera ayudar al pueblo venezolano, comenzaría por sacar a sus torturadores y a sus agentes de contra-inteligencia del país”.
Luego de la reunión, el representante de Guaidó ante organismos internacionales, Julio Borges, destacó las conclusiones y puso su foco en las gestiones ante la comunidad internacional: “El plan de trabajo concreto donde cancilleres, embajadores y todo el bloque van a presionar como un grupo en países para que haya un cambio. Fundamentalmente en Rusia, que puede tener influencia en un eventual cambio”, concluyó.
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