El presidente brasileño Jair Bolsonaro desató este martes una polémica al sugerir que una conocida periodista buscó informaciones a cambio de sexo con el empleado de una empresa sospechosa de difundir noticias falsas durante la campaña de las elecciones de 2018, que acabó ganando el ultraderechista.
“Ella quería dar un ‘furo’ a toda costa contra mí”, dijo Bolsonaro a la salida de su residencia oficial, usando una palabra (‘furo’) que en portugués significa al mismo tiempo una primicia informativa y un agujero.
Sus declaraciones, referidas a la periodista Patricia Campos Mello, del diario Folha de S.Paulo, provocaron risas entre sus partidarios que se encontraban presentes en el Palacio da Alvorada.
Campos Mello, con varios premios de periodismo en su haber, lleva semanas acosada por “milicias digitales” del bolsonarismo, por una investigación sobre una organización que difundió noticias falsas por Whatsapp contra el izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) durante la campaña electoral.
En diciembre de 2018, un informe de Folha basado en documentos del Tribunal Laboral e informes del declarante Hans, mostró que una red de empresas de márketing digital recurrió al uso fraudulento de nombres de personas mayores y números de seguridad social para registrar chips de teléfonos celulares y asegurar que se disparen muchos mensajes en beneficio de los políticos.
La polémica arrecia desde que Hans River do Rio Nascimento, un ex empleado de una las supuestas empresas de marketing digital que participaron en esa campaña, dijo ante una comisión parlamentaria que la periodista “quería un determinado tipo de información a cambio de sexo”.
Presente en la sesión, el diputado Eduardo Bolsonaro, el hijo del presidente, aprovechó el discurso de Hans para difundir insultos y hacer insinuaciones contra la periodista, que después repitió en sus redes sociales.
Folha desmintió esas acusaciones y publicó los mensajes intercambiados por la reportera con su fuente durante la investigación periodística.
La Asociación Nacional de Periódicos (ANJ por las siglas en portugués) y la Asociación Nacional de Editores de Revistas (ANER) afirmaron este martes que “las insinuaciones del presidente buscan descalificar el libre ejercicio del periodismo y confundir a la opinión pública”.
Bolsonaro mantiene desde su llegada al poder en enero de 2019 una situación de permanente tensión con gran parte de los medios brasileños, a los que acusa de intentar desprestigiar sistemáticamente a su gobierno.
Con información de AFP
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