El régimen cubano anunció que, debido a “serias limitaciones financieras”, no podrá satisfacer la demanda de productos de higiene en el país hasta el mes de abril.
La ministra para el comercio interior para la isla, Betsy Díaz Velázquez, aseguró que los productos “han estado faltando en el mes de enero" e indicó: "No vamos a tener todavía satisfecha la demanda ni en febrero ni en marzo pero esperamos que con varias medidas que se están adoptando a partir del mes de abril podamos ir estabilizando la producción de aseo por la industria y con ello la oferta a la población”, agregó la funcionaria.
Para fundamentar su decisión, expresó en otro pasaje de su anuncio que dada la crisis que sufre el régimen cubano, han tenido que redistribuir los recursos del Estado tomando como prioridad los alimentos, las medicinas y el combustible.
“Hoy el financiamiento tiene que destinarse a sortear las adversidades del crudo bloqueo y poder adquirir el combustible en otras regiones (…). Entre el combustible y los alimentos se dan las principales prioridades del financiamiento del que se dispone” puntualizó la representante de la cartera de comercio.
Sin embargo,distintos reportes revelaron que desde hace meses los cubanos también atraviesan una severa escasez en varios productos alimenticios: carnes, harinas y aceites, entre otros. Asimismo, numerosos medicamentos se mantienen hoy ausentes de los anaqueles de las farmacias.
La última crisis que atraviesa el régimen comenzó a hacerse aún más notoria luego de la situación “coyuntural” que anunció el presidente de la isla, Miguel Diaz Canel, a mediados del año pasado. Desde ese momento no sólo alimentos y medicinas, sino casi todos los productos básicos han comenzado a desaparecer de los mercados cubanos.
A mediados de enero de este año, el gobierno también comenzó a racionar el uso de gas doméstico por parte de la población, al tiempo que les solicitó “adoptar medidas de ahorro y el uso eficiente” de la energía.
Finalmente, Velázquez aseguró más allá de la situación de austeridad que viven los cubanos, la canasta alimentaria “ha estado asegurada todos los meses” a pesar de sus “altas facturas de importación”.
“Esa canasta que puede parecer poca e insuficiente, y que sabemos que no alcanza, es una canasta que le cuesta al país más de 1.000 millones de dólares” y depende “absolutamente de las importaciones”, finalizó.
Esta situación genera incertidumbre en la población cubana, quienes temen que el racionamiento siga avanzado hacia otros productos a medida que avanza el año.
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