El banco de desarrollo estatal brasileño vendió su participación con derecho a voto en el gigante petrolero Petróleo Brasileiro SA, recaudando 22.000 millones de reales (casi USD 5.200 millones) como parte de una ola de ventas de activos con el fin de dar marcha atrás a años de creciente influencia del Gobierno en la mayor economía de América Latina.
BNDES, como se conoce al banco, vendió los 734 millones de acciones, incluidas las sobreasignaciones, por 30 reales cada una, el miércoles por la noche, según personas familiarizadas con el asunto. La cifra representa un descuento de menos del 2% frente al precio de cierre, una indicación de que la demanda se mantuvo pese al hundimiento de los precios del crudo.
“El descuento fue bastante pequeño, especialmente si se considera el tamaño de esta oferta”, dijo Fernando Fontoura, gestor de fondos de Persevera Asset Management en São Paulo. “A menos que los precios del petróleo sigan siendo un obstáculo, debería haber más margen para un alza de las acciones ahora que el lastre de la venta ha quedado atrás”.
La venta de acciones es la mayor en Brasil desde la oferta récord de US$70.000 millones de Petrobras hace diez años. En 2010, Petrobras era una floreciente potencia petrolera con ambiciones de duplicar con creces la producción y consolidar su monopolio en un descubrimiento masivo de petróleo en alta mar. En 2020, es una empresa afectada por escándalos que nunca estuvo cerca de llegar a su objetivo de producción para el final de la década pasada.
En total, el presidente Jair Bolsonaro quiere captar hasta 150.000 millones de reales con la venta de activos estatales este año, lo que constituye una piedra angular de su programa para trasladar una mayor parte de la economía al sector privado en un intento por impulsar el crecimiento estancado.
Fundado en 1952, BNDES se creó para desarrollar la industria y la infraestructura. Décadas después, los préstamos se dispararon durante la gestión del presidente Luiz Inácio Lula da Silva y su protegida, Dilma Rousseff. En un momento, la cartera de préstamos de US$200.000 millones del BNDES superaba la del Banco Mundial.
Gran parte del financiamiento respaldaba a compañías como Petrobras y Meatpacker JBS SA, que los periódicos locales denominaron “campeones nacionales”, al embarcarse en ambiciosas compras y expansiones mundiales. BNDES ha prometido vender su participación en JBS, que está valorada en aproximadamente 15.800 millones de reales.
La estatal Petrobras también se ha estado contrayendo en los últimos años. Durante la gestión del responsable ejecutivo, Roberto Castello Branco, Petrobras ha vendido activos, incluidas las operaciones en África, y se ha retirado de negocios como los fertilizantes. Parte de su misión es apuntalar el balance y enfocarse en campos petroleros de aguas ultraprofundas descubiertos en 2006 localizados bajo una gruesa capa de sal.
La transacción del miércoles inicia lo que Santander Brasil SA y Bank of America Corp. anticipan que será un año excelente para las ofertas de capital en la nación sudamericana. Santander dice que casi la mitad del volumen previsto para 2020 estará vinculado al Gobierno, incluidas las ventas de participaciones de BNDES y las ofertas públicas iniciales previstas de las filiales del banco estatal Caixa Economica Federal.
(Con información de Bloomberg)
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