Quiénes son los ocho candidatos que se postularon a la presidencia de Bolivia

Los partidos se inscribieron este lunes para disputar la presidencia en las nuevas elecciones generales de mayo, en las que el ex mandatario Evo Morales competirá por una banca en el Senado con una candidatura que calienta aún más el clima político en el país

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Los candidatos Jeanine Áñez, que
Los candidatos Jeanine Áñez, que lidera la alianza Juntos, Luis Fernando Camacho, líder del conglomerado Creemos, Carlos Mesa, de Comunicad Ciudadana, y Luis Arce, candidato del MAS (AP)

La carrera electoral en Bolivia arrancó este lunes con la inscripción de los candidatos para los comicios de mayo, entre ellos Evo Morales al Senado con una candidatura que calienta aún más el clima político en el país.

“Se han registrado ocho alianzas y organizaciones que están compitiendo” para los comicios generales del 3 de mayo, dijo en rueda de prensa el presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Salvador Romero, tras el cierre de las inscripciones.

Romero informó que el organismo revisará si los ocho candidatos cumplen con todos los requisitos, lo cual anunciará a más tardar en un plazo de dos semanas. Esto no impide a los aspirantes arrancar sus campañas.

Morales esta vez se presenta a senador, ya no a presidente, y lo hace desde Argentina pocos meses después de haber salido de Bolivia denunciando un golpe de Estado para sacarlo del poder.

La posibilidad de que el ex presidente se presentara a diputado o senador por el Movimiento al Socialismo (MAS) se barajaba desde que hace días la planteó su partido desde Cochabamba, la región boliviana donde comenzó su carrera política como diputado en 1997.

A lo largo del día Evo Morales había denunciado supuestos nuevos intentos del Gobierno interino de Bolivia, al que acusa de persecución política, para impedir que su abogado presentara la documentación necesaria para su candidatura, con un poder notarial que le dio en Argentina.

El ex mandatario fue eliminado de la carrera presidencial tras ser acusado de fraude en los anulados comicios del 20 de octubre. Ahora queda por ver si el tribunal electoral no pone objeciones, porque uno de los requisitos es haber residido de forma permanente al menos dos años antes en la circunscripción electoral por la que se presenta.

Morales votaba en los casi catorce años que fue presidente en la región de Cochabamba, pero lleva fuera de Bolivia desde que el 11 de noviembre salió hacia México, donde estuvo asilado antes de viajar en diciembre a Argentina, país en el que ha pedido refugio y desde el que ejerce de jefe de campaña del MAS.

Ocho candidaturas con alguna sorpresa

El MAS presenta a Luis Arce, ex ministro de Economía de Morales, como candidato a presidente y a David Choquehuanca, que fue su canciller, para vicepresidente.

Ambos acudieron los primeros al registro del tribunal electoral arropados por una multitud de seguidores, aunque la expectación era más entre los periodistas que entre la gente en la calle.

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Luis Arce al llegar el TSE para registrar su candidatura (Foto: Twitter @TSEBolivia)

El partido de Morales, cuyo principal sustento político proviene de sectores indígenas, rurales y populares urbanos, apuesta a la clase media y algunos ven a Arce como un aspirante que busca unir el voto del a clase media y el de los indígenas.

Morales está convocando a la clase media de la que se alejó”, apuntó el analista y ex diputado Carlos Borth. “Eso explica que haya puesto a Arce y no a un indígena. Pero todavía es una interrogante saber cómo le irá en esa apuesta”.

Las desencantadas clases medias jugaron un rol central en la caída de Morales, quien renunció en noviembre tras casi 14 años en el poder cercado por denuncias de fraude electoral en su afán de reelegirse en los frustrados comicios de octubre.

A continuación, en la sede del TSE apareció la alianza Comunicad Ciudadana, pero sin su candidato, el ex presidente Carlos Mesa, que quedó segundo tras Morales en los comicios de octubre del año pasado, luego anulados entre denuncias de fraude a favor del entonces presidente y tras informes de organismos internacionales advirtiendo irregularidades. El escenario ha cambiado completamente desde esa fallida contienda.

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En esta foto de archivo del 5 de octubre de 2019, el candidato presidencial de la oposición, el expresidente Carlos Mesa, mira a sus partidarios durante un mitin de campaña en El Alto, Bolivia. Mesa es uno de los ocho candidatos que se postulan para la contienda presidencial del 3 de mayo. (Foto AP/Juan Karita)

El ex presidente ahora aparece con menos posibilidades después de que varios de sus aliados se sumaron a otros actores que surgieron de la pasada protesta social, según Bort.

Una de ellas es la presidenta interina Jeanine Áñez y el líder cívico Luis Fernando Camacho, quien encabezó las protestas contra Morales entre octubre y noviembre que dejaron 35 muertos. Ni Áñez, que lidera la alianza Juntos, el ex presidente Jorge Quiroga, al frente de la agrupación Libre 21, ni Camacho, ahora líder del conglomerado Creemos se presentaron al registro.

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En esta foto de archivo del 7 de noviembre de 2019, Luis Fernando Camacho, líder de la oposición y presidente del Comité Cívico Pro Santa Cruz, asiste a un mitin con los productores de hoja de coca en La Paz, Bolivia. Camacho es uno de los ocho candidatos a la presidencia que se postulan para los comicios del 3 de mayo. (Foto AP/Juan Karita)

Áñez descartó en un inicio postularse para garantizar la transición con elecciones “imparciales y transparentes”, pero cambió de idea y se lanzó en medio de cuestionamientos con el argumento de que buscaba la unidad y evitar el regreso al poder del movimiento de Morales.

La presidenta interina era una senadora de segunda línea por el minoritario partido de derecha Unidad Demócrata (UD), que fue el gran derrotado en los comicios anulados, aunque su esfuerzo por pacificar el país y encaminarlo hacia nuevas elecciones parecieron catapultarla.

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En esta foto de archivo del 11 de diciembre de 2019, la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, ofrece una conferencia de prensa en el palacio presidencial en La Paz, Bolivia. Áñez se postuló como candidata presidencial para las elecciones del 3 de mayo. (Foto AP/Juan Karita, Archivo)

Quien sí se dejó ver en el registro fue Chi Hyun Chung, quien en octubre fue tercero y se vuelve a presentar a presidente aunque ahora por otra formación, el Frente para la Victoria en vez del Partido Demócrata Cristiano.

Feliciano Mamani, sindicalista minero, va al frente del partido Pan-Bol y la sorpresa la da el militar Ismael Schabib por Acción Democrática Nacionalista (ADN), una formación de la que apenas se sabía desde las elecciones de 2002.

Encuestas

Un primer sondeo de la consultora Mercados y Encuestas, publicado la semana pasada, daba a Arce, del Movimiento al Socialismo (MAS) --el partido de Morales-- 26% de intención de voto; 17% a Mesa y el mismo porcentaje a Camacho. Áñez obtuvo 12%. El estudio, con un margen de error de más o menos 3.47%, fue realizado antes de que la mandataria interina confirmase su postulación.

Si esa tendencia persiste ninguna fuerza obtendría la mayoría suficiente para ganar en primera instancia. El ganador debe obtener el 50% más uno o alcanzar el 40% siempre que lleve una ventaja de 10 puntos porcentuales al contrincante más cercano para evitar la segunda vuelta.

Clima crispado

A este escenario electoral con Morales como candidato a senador, pero ya no a presidente por primera vez desde 2002, se llega dos días después de un infructuoso intento de unir al resto de alternativas en un frente único contra el MAS.

Si eso hubiera sucedido en los fallidos comicios de octubre, hubieran ganado.

Y se llega con un clima electoral crispado, en el que el MAS denuncia persecución política para obstaculizar sus candidaturas, con Arce incluido en un proceso por supuesta corrupción cuando era ministro.

Además de que Áñez está muy cuestionada por dar el paso a candidata, pese a que siempre dijo que solo estaría en el poder hasta que salga un nuevo Gobierno de las urnas.

A través de un comunicado, Jean Arnault, enviado del secretario general de la ONU, alertó de una “exacerbada polarización”, y a llamó a los actores políticos a garantizar un proceso electoral “sin atropellos, intimidación o discriminación”.

(Con información de AP, AFP y EFE)

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