Evo Morales anunció este lunes que su abogado y ex ministro de Interior ingresó a la embajada argentina en La Paz para ponerse “a buen recaudo”, tras denunciar que el gobierno transitorio de Jeanine Áñez intentó detenerlo. No obstante, el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, desmintió al ex mandatario y aclaró que no existe orden de detención contra Wilfredo Chávez.
“Wilfredo Chávez está a buen recaudo. Nos informan que la dictadura quiere detenerlo y allanar sus oficinas. Uno de los objetivos del golpe del 10 de noviembre es eliminar al MAS (Movimiento al Socialismo), el movimiento político más grande de la historia”, señaló en su cuenta de Twitter el ex jefe de Estado, quien se encuentra en condición de refugiado en Argentina.
Según el sitio web de la radio privada Erbol, Morales declaró a una emisora local que el ex ministro había buscado refugio en las dependencias de la embajada de Argentina.
El propio Chávez denunció en Twitter que el “gobierno de facto” intentó detenerlo para impedir que formalizara la candidatura de Morales al Senado para las elecciones generales del 3 de mayo, tras las que el exmandatario quiere regresar a Bolivia.
El Ministerio de Gobierno y la Policía, no obstante, negaron esas versiones.
Iván Rojas, director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcn), declaró al diario EL DEBER que lo que hace Evo Morales es “especular”.
Murillo, en tanto, calificó al ex presidente boliviano de “mentiroso” y se mostró alarmado por su “estado mental”. “Preocupante, estado mental de @evoespueblo dice que robé sus documentos, hoy vuelve a atacar mintiendo que hay orden de apremio contra Wilfredo Chávez, sabemos que cometieron múltiples delitos, estamos investigando, pero hoy no hay orden de detención”, escribió en Twitter.
Después de renunciar al poder en noviembre, obligado por protestas sociales desencadenadas por denuncias de fraude en los comicios de octubre y la pérdida del apoyo de las fuerzas armadas, Morales se refugió primero en México y luego en Argentina.
Desde entonces, varios de sus ex colaboradores encontraron refugio en la residencia de México en La Paz, como Juan Ramón Quintana (Presidencia) y Javier Zavaleta (Defensa), a quienes la Fiscalía acusa de sedición y terrorismo.
Otra apoderada legal de Morales, la abogada Patricia Hermosa, fue detenida el pasado viernes y enviada preventivamente a la cárcel el domingo por delitos de “sedición y terrorismo”.
Morales, que afronta una orden de detención por los mismos cargos, anunció con anticipación su deseo de postularse a senador por la región de Cochabamba, pero su partido aún no confirmó si cumplirá con esa petición.
Una encuesta de la firma Mercados y Muestras, difundida la semana pasada, coloca al exministro de Economía, Luis Arce, el delfín de Morales, con el 26% de la intención de votos, seguido por el ex presidente Carlos Mesa y el líder regional Luis Fernando Camacho, empatados en el segundo lugar con el 17%.
Con información de AFP
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