El Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE), órgano antimonopolio de Brasil, aprobó este lunes el acuerdo por el que el fabricante brasileño de aviones Embraer vendió el control de su división comercial a la estadounidense Boeing para la creación de una nueva empresa.
El órgano aprobó la operación “sin ninguna restricción” tras concluir que “las empresas no compiten en los mismos mercados y que no hay riesgo de problemas de competencia consecuentes de la adquisición”, según informó en un comunicado el organismo vinculado al Ministerio de Justicia y último órgano regulador que faltaba por pronunciarse en Brasil.
Por el acuerdo, anunciado en 2018 y aprobado por los accionistas de ambas compañías el año pasado, Embraer, tercer mayor fabricante da aeronaves del mundo, le vende el 80 % de su división de aviones comerciales por 4.200 millones de dólares a Boeing, líder del sector y que tendrá el control de la nueva sociedad.
La brasileña se quedará con el 20 % restante de la compañía naciente, valorada en 5.260 millones de dólares.
Las dos empresas, en un segundo acuerdo, también aprobaron la creación de una compañía de riesgo compartido que se responsabilizará de la producción y la comercialización del carguero militar KC-390, un modelo desarrollado por Embraer y del que ya se entregó una primera unidad a la Fuerza Aérea Brasileña.
En esta segunda empresa, Embraer tendrá un 51 % de participación y Boeing el 49 %.
Los negocios de Embraer para aeronaves militares y aviones ejecutivos permanecerán bajo control de la brasileña e independientes.
El CADE aclaró que su aprobación incluye tanto la transacción para el sector de aviación comercial como la del carguero.
El organismo agregó que optó por darle el visto bueno a la operación tras analizar el mercado mundial de aeronaves comerciales con capacidad para entre 100 y 150 pasajeros, segmento en el que las dos empresas tienen modelos.
“La evaluación hecha concluyó que la operación no debe impactar negativamente los niveles de rivalidad existentes en este mercado pese a que las condiciones de entrada en el sector no son favorables”, explicó el CADE.
“En realidad”, agrega el organismo en su comunicado, “la ampliación del portafolio de Boeing (con los aviones de Embraer) debe aumentar su capacidad de ejercer presión competitiva frente a la líder Airbus, empresa que domina este mercado”.
El CADE también concluyó que la asociación entre ambas empresas tampoco crea un monopolio en el mercado mundial de aeronaves de transporte militar, ya que la “operación no representa la unión de los portafolios de aeronaves de Embraer y Boeing sino la participación en un proyecto común”.
“El CADE concluyó que la operación resultará en beneficios para Embraer, que pasará a ser socio estratégico de Boeing. De esta manera, las divisiones que permanecen bajo control de Embraer (la de aviación ejecutiva y la de defensa) contarán con mayor cooperación tecnológica y comercial de Boeing”, agrega el comunicado.
El organismo añadió que otra ventaja es que las inversiones más pesadas, que son las destinadas a la división de aviones comerciales, quedarán a cargo de Boeing, que tiene en Airbus una fuerte competencia.
Tras llegar a la Presidencia de Brasil, el 1 de enero de 2019, Jair Bolsonaro llegó a expresar algunas dudas sobre el acuerdo entre ambas firmas, pero en pocos días anunció que no vetaría la asociación al considerar “preservados” los intereses de la Nación.
La alianza necesitaba de este aval ya que el Gobierno ostenta una “acción dorada” con derecho a veto que se guardó cuando en 1994 privatizó Embraer.
(Con información de EFE)
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