La ministra de Relaciones Exteriores del gobierno interino de Bolivia, Karen Longaric, envió en la noche del martes una carta a su par argentino, Felipe Solá, en la que le solicita que el gobierno de Alberto Fernández repudie las declaraciones del ex presidente Evo Morales respecto de su voluntad de organizar milicias armadas si volviera a su país.
En la misiva, que consta de cinco puntos, Longaric asegura que “Morales se ampara en la figura del refugio (político, garantizada por el gobierno argentino) e incita a la violencia, el odio, la discriminación, la subversión y el terrorismo”. “Ha cruzado la línea de la legalidad, resguardándose en gobiernos y territorios que utiliza como base operativa para vulnerar la democracia y el Estado de derecho en Bolivia”, agregó.
En consecuencia, continúa la carta, el gobierno interino manifiesta su “preocupación” por que Morales “induzca a la República Argentina a infringir normas y principios internacionales que prohíben la injerencia en asuntos internos de los Estados, la agresión, la violación de los derechos humanos y el terrorismo, con todo lo que esto implica”.
“Los bolivianos no permitiremos que esto ocurra, por lo que pedimos al gobierno argentino repudiar las prácticas de Evo Morales, reñidas con la ley y el orden público internacional”, concluye la carta.
Las declaraciones de Morales han dominado la conversación pública boliviana desde el domingo, día en el que las realizó. El gobierno interino ya se había pronunciado de manera oficial el lunes cuando, en un comunicado -también emitido por la cancillería- ya había asegurado que estas configuraban los delitos enumerados previamente.
En la misma línea se pronunciaron los dirigentes -y candidatos presidenciales- opositores Carlos Mesa y Jorge “Tuto” Quiroga, pero también miembros del MAS, partido que lidera Morales. "Primero quiso cercar las ciudades y ahora sugiere armar grupos irregulares y violentos para enfrentar a los bolivianos y a las FFAA. Estas amenazas recurrentes muestran las verdaderas intenciones de Evo Morales”, expresó el primero.
En tanto, Quiroga indicó que Morales “siempre defendió su cocaína con violencia, torturando y asesinando erradicadores”.“Llamó en noviembre a estrangular y quemar Bolivia. Ahora, el prófugo cobarde anuncia ataque miliciano. Alberto Fernández protege a un criminal que acabará en La Habana, o la cana”, agregó.
Por su parte, Betty Yañíquez, líder del MAS en la Cámara de Diputados e integrante de la llamada “ala dura” del partid, dijo que "con la violencia, el pueblo boliviano no va a estar de acuerdo... La violencia siempre se va a repudiar”. En tanto, la presidenta de la Cámara de Senadores, Eva Copa, sostuvo que en Bolivia “sólo se reconoce a las Fuerzas Armadas y a la Policía Boliviana, y ninguna otra (organización como milicias) está reconocida dentro de la Constitución Política del Estado”.
El pasado domingo, Morales se aseguró que fue “un error garrafal” no contar con un “plan B” para sofocar las revueltas tras las elecciones del 20 de octubre. “Si de acá a poco tiempo, si volviera, hay que organizar como en Venezuela milicias armadas del pueblo”, aseguró Morales, ya que, en su opinión, se produjeron actos violentos sin que la Policía actuara.
En sus dichos, el ex presidente hizo referencia a la Milicia Bolivariana, uno de los grupos armados y fuerza de choque de la dictadura venezolana. Maduro las utiliza para vigilar edificios públicos, garantizar el control de precios y el racionamiento de productos en los supermercados, y custodiar la entrega de las cajas de alimentos subvencionados.
"En algunas regiones se llamó guardia comunal; en otros tiempos: milicias. Ahora, policía sindical o seguridad sindical. Todo en el marco de nuestros usos y costumbres, y respetando la Constitución”, agregó. Morales no se ha vuelto a pronunciar respecto de sus declaraciones ni de sus repercusiones.
Más sobre este tema: