Organizaciones de defensa de los Derechos Humanos han exigido este jueves a las autoridades cubanas que liberen al líder opositor José Daniel Ferrer, jefe de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), cuando se cumplen 100 días de su detención.
“Reiteramos nuestro llamamiento a las autoridades cubanas para liberar inmediata e incondicionalmente a José Daniel Ferrer, los otros miembros de la UNPACU detenidos con él y de todos los prisioneros de conciencia”, ha dicho la directora de Programas para América Latina y el Caribe de Freedom House, Deborah Ullmer.
Ullmer ha denunciado que el Gobierno cubano ha maltratado a Ferrer, apuntando en concreto a torturas y aislamiento, y que le ha negado la asistencia legal, lo cual “ofrece más pruebas de que los recientes cambios constitucionales en el país son un intento puramente cosmético de ocultar la actual represión”.
“Desde que la nueva Carta Magna entró en vigor el pasado mes de abril, el régimen cubano ha seguido reforzando las restricciones sobre las voces independientes ante los problemas económicos y el creciente descontento popular”, ha indicado.
Por su parte, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, ha incidido en que Ferrer “fue detenido arbitrariamente sin previa orden de un tribunal competente e independiente que garantizara un proceso justo e imparcial”, por lo que “se violó el debido proceso”.
Además, “una vez detenido se le negó el derecho a notificar sobre su arresto”, por lo que la organización disidente le considera “desaparecido”.
Ferrer fue detenido el pasado 1 de octubre en un operativo efectuado por unos 60 efectivos de las fuerzas de seguridad cubanas en las tres viviendas que constituyen la sede de la UNPACU, una de ellas la del líder opositor, en Santiago de Cuba.
Los motivos de esta detención no se revelaron hasta el pasado 20 de noviembre, cuando el diario oficial Granma informó de que Ferrer fue arrestado “en respuesta a la denuncia presentada por un ciudadano cubano” que le acusa a él y a otros tres hombres “de haberlo secuestrado durante toda una noche y propinado una severa golpiza”.
Granma indicó también que Ferrer está “pendiente de juicio”, aunque no detalló los cargos, y aseguró que ha recibido las visitas familiares, “como corresponde según las normas para su situación legal”.
“Todas las referencias a su desaparición física, al supuesto maltrato físico, a la tortura o a que recibe insuficientes alimentos son puras mentiras deliberadamente concebidas y orientadas por el Gobierno de Estados Unidos y su Embajada en La Habana”, dijo.
Ferrer es uno de los rostros más conocidos de la oposición cubana. Fue detenido durante la llamada Primavera Negra de 2003 por participar en el Proyecto Varela, ideado por Oswaldo Payá para conseguir por la vía de la iniciativa popular cambios legales que propiciaran una apertura política en Cuba, y condenado a 25 años de prisión.
El jefe de la UNPACU fue el último de los 75 detenidos en esa época en ser liberado. La mayoría aceptaron abandonar Cuba, hacia Estados Unidos o Europa, a cambio de su excarcelación, gracias a la mediación de la Iglesia Católica y del Gobierno español. Doce, incluido Ferrer, se negaron a aceptar lo que consideraban un exilio forzado, por lo que su salida de prisión llegó más tarde, en su caso en 2011.
Desde su “presunta liberación”, “que no fue tal porque se ha realizado con la pena vigente y la amenaza constante de volver a prisión” -apunta Cuban Prisoners Defenders-, Ferrer ha sido detenido más de cien veces aunque sin cargos, lo que arroja una media de una vez al mes desde hace ocho años, “la mayoría de forma extremadamente violenta, con golpizas brutales, amenazas y asaltos a su casa”.
(Con información de Europa Press)
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