Jeanine Añez y su difícil pulseada con los líderes opositores para lograr una candidatura de unidad contra el MAS de Evo Morales

La propia presidenta de la transición en Bolivia, Jeanine Añez, se ha mostrado dispuesta a promover una cumbre política de los opositores a Evo Morales para evitar la dispersión del voto y no favorecer al MAS, como ocurrió en las elecciones presidenciales del 20 de octubre del año pasado. Aunque hasta ahora son sólo dos los binomios que han oficializado su participación en las nuevas elecciones del próximo 3 de mayo, tres encuestas preelectorales han coincidido recientemente en colocar en primer lugar al partido del expresidente y en mostrar la fragmentación del apoyo en la intención del voto a favor al menos otras seis figuras de lo que ha sido la oposición al masismo.

De acuerdo a la última encuesta difundida en las últimas horas por la empresa Cies Mori, para la red televisiva Unitel, el MAS (sin candidato), consigue un respaldo del 20,7 por ciento, seguido de la actual presidenta de Bolivia, Jeanine Añez, del partido Demócratas, con 15,6 por ciento, Carlos Mesa, de CC, con 13,8 por ciento, el cívico Marco Pumari, con 8,2 por ciento, el surcoreano Chi Hyun, con 8.1 por ciento, el excívico Luis Fernando Camacho, con 6,9 por cientoo, Samuel Doria Medina, de UN, con 1,8 por ciento, y el expresidente Jorge Quiroga, con 1,6 por ciento. Excepto la primera mandataria, que adelantó que no será candidata, todos los que aparecen mencionados en esta reciente encuesta tendrían la intención de participar en las elecciones. Incluso el gobernador de La Paz, Félix Patzi, que antes fue aliado de Evo Morales, expresó su deseo de volver a ser candidato presidencial por su partido el MTS.

De todos modos, el 47,1 por ciento de los encuestados respondió que optará en la próxima elección presidencial por un candidato opositor al MAS, mientras que un 23,7 por ciento dijo que elegirá al que designe el partido de Evo Morales. Desde Argentina, el expresidente se mostró optimista porque las encuestas que se difundieron últimamente ponen en primer lugar al masismo.

En ese contexto y en una entrevista televisiva, la presidenta Jeanine Añez afirmó que el Gobierno debe cuidar el actual proceso, por lo que estaría de acuerdo con una cumbre política de líderes, ya que “el objetivo común de los bolivianos debería ser no dispersar el voto para que no suceda lo del 20 de octubre del año pasado”.

La posición de Añez es compartida también por Waldo Albarracín, líder del Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade), que fue una de las organizaciones que peleó contra el fraude electoral del 20 de octubre. “Debemos reflexionar sobre esta propuesta que plantea la Presidenta, desde el punto de vista de que los potenciales candidatos, porque aún no hay nadie confirmado, están pensando en su ego, satisfacción personal, acciones individuales, antes que el país y quieren afrontar una nueva etapa electoral asumiéndose que son ellos los presidenciables y hablan de unidad en función a que todos deben estar detrás de ellos”, dijo el dirigente del Conade.

Entre otras cosas, Albarracín considera que se debe conformar un frente único de los opositores al MAS, no sólo para ganar una elección, sino para gobernar con consenso social y responsabilidad, sobre la base de la estabilidad política y social.

Otros candidatos como los ex cívicos Luis Fernando Camacho y Marco Pumari expresaron a fines del año pasado que buscarían un binomio de consenso o de unidad para enfrentar al MAS y ganarle en las urnas, de manera de consolidar la recuperación de la democracia. Con ese fin, ante de oficializar esta semana la dupla con Pumari, Camacho recibió hace unas semanas el respaldo de siglas como el MNR y UCS, que participaron en los anteriores comicios con candidatos propios.

El candidato surcoreano Chi Hyun, que obtuvo antes el tercer lugar y que también tiene la intención de repetir su postulación, pero que aún no cuenta con una sigla partidaria, se ha mostrado a favor de la unidad. “Para esta nueva elección les convoco a la unidad de las siglas, para un nuevo partido en unidad”, tuiteó.

Más prudente por ahora se ha mostrado el partido Comunidad Ciudadana, de Carlos Mesa. El jefe de campaña de esta fuerza, Ricardo Paz, dijo que mientras no se den detalles de la cumbre política que pretendería convocar la presidenta Añez, es preferible evitar pronunciarse.

Por su lado, el jefe nacional de Unidad Nacional, Samuel Doria Medina, que oficializará en los próximos días si será otra vez candidato a la Presidencia, afirmó que no corresponde que la presidenta Añez se entrometa en los pormenores de la elección que viene. “El órgano ejecutivo y el electoral deben vigilar que el proceso sea transparente, competitivo y limpio”.

En esa línea, el periodista y analista político Andrés Gómez, opina que “la unidad forzada por una élite afectaría la libertad de elección” de los ciudadanos, porque estos estarían obligados a optar entre dos opciones. “En consecuencia, atentaría contra dos elementos esenciales de la democracia: la diversidad y el respeto a las minorías. Algo peor, al preseleccionar dos partidos o alianzas, la élite estaría usurpando la atribución política del soberano de constituir un gobierno en función de sus intereses individuales, sueños grupales y proyectos comunes”.

El también analista Walter Mur es de la idea de que en una elección democrática y transparente, lo vital es que la ciudadanía tenga opciones.”El país necesita dejar de pensar en blanco o negro. Hay que aprender a apreciar el valor de los grises. Es la negociación, no las mayorías apabullantes, la herramienta fundamental de gobernabilidad democrática. Debe dejarse atrás el miedo y debe permitirse que el voto defina el peso específico que cada partido tendrá en el siguiente periodo. Los pactos son más positivos luego de la votación, como señal de que la gobernabilidad no estará en manos de alguien en particular, sino sobre la base de acuerdos y objetivos concretos de Gobierno. El frente único no siempre garantiza estabilidad democrática. Bolivia necesita que su diversidad política interactúe, en todo momento dentro del sistema, no fuera de él”, sostuvo.

Luis Andia, analista y docente de la Universidad René Moreno de Santa Cruz, afirmó que la presidenta Añez ha realizado hasta ahora excelentes acciones en función de la percepción que tiene de lo que siente la ciudadanía.”Ella siente que la ciudadanía pide unidad y quiere ser la voz de la ciudadanía. Mi posición es que estamos viviendo una coyuntura política diferente a la del año pasado. No hace falta que los políticos decidan, sino que la sociedad debe definir quién es la mayor opción. Como hay una segunda vuelta, de ahí puede salir un frente único que no es el MAS”expresó.

Demócratas buscan la concertación

En medio de las diferencias de punto de vista sobre el frente único opositor a Evo Morales, que se sienten hasta en el propio gobierno de transición, ha sido precisamente Demócratas, el partido de la presidenta Jeanine Añez, el que acaba de comenzar el año con el anuncio de una fase de cabildeo para concretar una concertación que consolide una opción para enfrentar al partido de Evo Morales. “Se hace imperiosa la necesidad de buscar esa concertación lo más amplia posible para garantizar ganarle al MAS en las elecciones y (para conformar) un gobierno que pueda llevar adelante la conducción del país con la fortaleza que se requiere”, afirmó el vicepresidente de Demócratas, Ernesto Suárez.

Recordó que el 19 de diciembre el comité ejecutivo nacional conformó una comisión para buscar la concertación con líderes y otras fuerzas políticas, ya que considera necesario cerrar definitivamente el ciclo de Evo Morales en el país. “Se requiere tener un bloque sólido”, dijo el dirigente de esta fuerza política que ha tenido algunos acercamientos con el excívico Luis Fernando Camacho.

En las últimas horas una alta autoridad gubernamental comentó que la idea de la presidenta Jeanine Añez de convocar a una cumbre política para buscar un frente de consenso nacional “es personal” y no necesariamente es compartida por todo el gobierno que, al ser de transición, debe abocarse a administrar el proceso electoral.

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