El periodista nicaragüense en el exilio Winston Potosme y la líder estudiantil excarcelada Amaya Coppens denunciaron este miércoles daños en sus viviendas, después de que desconocidos incendiaran y apedrearan los inmuebles, sin dejar heridos.
Potosme aseguró que la vivienda, propiedad de su padre, Luis Potosme Sevilla, situada en la ciudad de Masaya (28 kilómetros al sureste de Managua), se incendió dos horas antes de la media noche de este 31 de diciembre cuando un sujeto, hasta ahora desconocido, prendió fuego a una camioneta estacionada en el garaje.
“Fue provocado, no queda la menor duda. Es la segunda vez que lo hacen”, señaló vía telefónica a la agencia EFE Potosme, quien indicó que en la anterior ocasión, en diciembre de 2018, también intentaron quemar la vivienda, sin tener éxito.
Al momento del incendio, que calcinó totalmente la camioneta, la vivienda se encontraba sola, aseguró el periodista exiliado desde hace un año en Estados Unidos y herido de bala durante las últimas marchas antigubernamentales de 2018.
El propósito, de acuerdo con el periodista, era que, al incendiar el vehículo, también se quemara un pequeño taller familiar de reparación de electrodomésticos, situado a la par del estacionamiento y donde habían tanques de oxígeno y gas butano. Sin embargo, las llamas se pudieron apagar antes de propagarse.
Casi al mismo tiempo, en la ciudad de Estelí (unos 149 kilómetros al norte de la capital), a la vivienda de Coppens, estudiante de origen belga, llegaron cuatro sujetos desconocidos a bordo de dos motocicletas a apedrear el inmueble, sin dejar heridos. Los hombres, que tenían cubiertos sus rostros con cascos de motocicletas, lanzaron piedras hasta quebrar los vidrios de las ventanas.
En la residencia de Coppens, que fue excarcelada por segunda ocasión el lunes pasado junto con 90 presos más, solo hubo daños materiales, de acuerdo con la información.
Actualmente el presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo se encuentran enfrentados con una aparente mayoría de nicaragüenses, que los responsabilizan de la muerte de cientos de personas en ataques armados contra protestas antigubernamentales desde abril de 2018, así como de desapariciones, torturas y ejecuciones extrajudiciales.
La estrategia del Gobierno de Nicaragua para evitar expresiones de rechazo hacia Ortega y Murillo también han dejado cientos de presos y desaparecidos, miles de heridos y decenas de miles en el exilio.
Nicaragua no vivía una crisis sociopolítica similar desde la década de 1980, también con Ortega en la Presidencia.
(Con información de EFE)
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