El presidente de Colombia, Iván Duque, confirmó este lunes que el futbolista Juan Fernando Quintero se reunió con el nuevo comandante del Ejército, Eduardo Zapateiro, a quien familiares suyos han vinculado con la desaparición de su padre Jaime Enrique Quintero Cano hace casi 25 años.
“No quiero ser infidente, ellos ya conversaron, y conversaron no sólo de manera constructiva, sino que el propio general Zapateiro le dijo de parte de él y del propio comando del Ejército que van a colaborar en todo lo que sea necesario para esclarecer esos hechos. Es un punto de partida muy constructivo”, indicó el mandatario en diálogo con la estación de radio colombiana RCN.
Y agregó: "Todo lo que se necesite lo vamos a hacer y ese es el mensaje mío y del general Zapateiro y el mensaje de toda la institucionalidad, poderle ayudar a toda la familia a saltar ese dolor y tener la verdad y no esa incertidumbre acumulada a través del tiempo”.
La reunión tuvo lugar luego de que Quintero hablara con Duque y le pidiera concertar el encuentro, algo a lo que el jefe de Estado se mostró dispuesto.
Quintero se había pronunciado sobre los hechos el lunes, poco después de que Zapateiro fuera promovido al puesto que ostenta. Entonces, había dicho: "Tengo el derecho como hijo a saber qué pasó con mi padre, porque he sufrido y he visto a mi familia sufrir problemas psicológicos y mentales, y la ausencia de mi papá está siempre. Siento el vacío a diario y solo quiero saber lo que pasó”. Zapateiro le respondió ese mismo día, luego de su toma de posesión, cuando le aseguró que estaba dispuesto a reunirse tanto con él como con el resto de su familia.
El hecho en contención tuvo lugar en marzo 1995, última vez que se conoció el paradero de Jaime Quintero. En ese entonces se lo llevaron para que prestara el servicio militar obligatorio en la IV Brigada de Medellín, hasta la Brigada XVII, del municipio de Careba, en el Urabá Antioqueño.
Zapateiro era entonces capitán de dicha brigada y, de acuerdo con la familia Quintero Cano, tras días sin saber de su pariente se enteraron que este había tenido un altercado con el hoy comandante del Ejército, hecho que le valió su expulsión. Les dijeron en ese momento que enviarían a Jaime Enrique de regreso a Medellín en un bus, pero aunque los militares dan cuenta de que abordó el vehículo, el hombre nunca llegó a su hogar y desde entonces no se sabe nada de él.
El Ejército colombiano, al conocer los señalamientos contra su nuevo comandante, emitió un comunicado en donde explicó su versión de los hechos. Citó los resultados de las investigaciones realizadas por el Tribunal Administrativo de Antioquia, la Sala Segunda de descongestión de Medellín y la Procuraduría Delegada para la Defensa de los Derechos Humanos.
“Las conclusiones de la Procuraduría Delegada para la Defensa de los Derechos Humanos, las cuales comparte la sala en su totalidad, permiten afirmar que no existe prueba alguna de la responsabilidad de los servidores públicos ni por acción ni por omisión por la presunta desaparición del señor Jaime Enrique Quintero Cano”, dice el fallo.
La familia de Quintero está enfrascada desde hace años en una batalla legal el Estado colombiano. Demandan del Ministerio de la Defensa y el Ejército reparación directa por los daños morales y materiales.
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