El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció este viernes que su par estadounidense Donald Trump desistió de imponer aranceles al acero y el aluminio brasileños, tras un diálogo telefónico entre ambos mandatarios.
“(Trump) se convenció de mis argumentos y decidió que nuestro acero y aluminio no serán sobregravados”, dijo Bolsonaro en un video publicado en sus redes sociales. El presidente estadounidense se había expresado minutos antes respecto de la llamada. La calificó de “excelente” e indicó que ambos discutieron “muchos temas, incluido el comercio”. “¡La relación entre los Estados Unidos y Brasil nunca fue más fuerte!”, agregó. No obstante, el mandatario no hizo referencia al anuncio hecho por su homólogo.
En un video de 20 minutos de duración, Bolsonaro indicó que la conversación telefónica se debió a una iniciativa de Trump. “Recibí hace poco un llamado del señor Donald Trump. Tuvimos una conversación de unos 15 minutos, con la cordialidad y el respeto debidos entre dos jefes de Estado”, expresó. Y agregó: “Llegamos a un buen término, estoy muy feliz, agradezco al equipo que trabajó conmigo” en las negociaciones.
Trump había anunciado el 2 de diciembre que restituiría los aranceles a dichos productos para las exportaciones que vinieran de Argentina y Brasil. En ese entonces, argumentó que las devaluaciones del real brasileño y el peso argentino afecta los intereses de los agricultores norteamericanos.
Además, había instado a la Reserva Federal a actuar para que las economías de otros países “ya no se aprovechen del dólar fuerte”, ya que “esto hace que sea muy difícil para nuestros fabricantes y agricultores exportar sus productos de manera justa”.
En marzo de 2018, el Gobierno de Trump había sacudido el tablero comercial cuando anunció los aranceles de 25% al acero y 10% al aluminio, en lo que era el inicio de un enfrentamiento arancelario con China. Sin embargo, la Casa Blanca anunció dos semanas después una exención para algunos países, incluidos Argentina y Brasil, que acordaron cuotas.
El impacto de las tarifas hubiera sido significativo para Brasil, considerando que cifras de 2018 indicaron que el acero brasileño representaba casi el 14% de las importaciones norteamericanas de ese metal. El reclamo del gigante latinoamericano alegaba la complementariedad de las cadenas productivas.
En tanto, Estados Unidos es el principal destino de las exportaciones de acero y aluminio argentinas, lo que representa un mercado de 700 millones de dólares, según datos oficiales. Ni Bolsonaro ni Trump hicieron referencia a un cambio de estatus para el país sudamericano.
Estados Unidos importa 20 millones de toneladas al año, por 24.000 millones de dólares, lo que lo hace el mayor comprador del mundo, según los datos del ministerio alemán de Economía.