La vicepresidente del régimen de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, se burló este martes de la derrota de Mauricio Macri en las últimas elecciones presidenciales en Argentina, en el día en el que le traspasó el mando al nuevo jefe de Estado, Alberto Fernández.
“El que se mete con Venezuela...Bye Bye (chau chau, en inglés)”, expresa el primero de una serie de tuits emitidos por Rodríguez, y que hacen referencia a la postura intransigente que el gobierno de Macri adoptó contra el régimen venezolano durante su administración.
A lo largo de su gestión, Macri posicionó a la Argentina como uno de los países latinoamericanos más activos a la hora de buscar la salida de la dictadura de Maduro. Entre los ejemplos más ilustrativos se encuentran el hecho de que fuera uno de los primeros en reconocer a Juan Guaidó como presidente interino del país. Y su constante referencia a la necesidad de una restauración democrática en Venezuela en los distintos foros multilaterales.
En contraste, Rodríguez halagó al binomio que asumió la presidencia el martes. Y lo hizo con una referencia a un término usado por un funcionario del régimen acerca de los estallidos sociales en la región. “Felicitamos al presidente Alberto Fernández y la vicepresidente Cristina Kirchner que retoman el camino de soberanía de Argentina y dan nuevos vientos al sur y nuestra América. El vicepresidente de Comunicación, Cultura y Turismo, Jorge Rodríguez (hermano de Delcy) llevó el saludo del presidente Nicolás Maduro y del pueblo venezolano”, indica el segundo mensaje.
La palabra vientos evocan a la “brisita bolivariana”, término acuñado en octubre de este año por Diosdado Cabello al referirse a las distintas protestas opositoras que tuvieron lugar -y en algunos casos continúan- en países de la región.
“Lo que está pasando en Perú, en Chile, en Argentina, en Honduras, en Ecuador, es apenas la brisita. Lo que viene ahora es el huracán. Es absolutamente imposible que Colombia se quede como está. Esos países van a reventar porque tiene una sobredosis de neoliberalismo y eso no lo aguanta nadie”, sostuvo en ese entonces.
Nicolás Maduro no viajó a la jura del nuevo presidente argentino, Alberto Fernández, pero envió al acto a Jorge Rodríguez, hombre fuerte de la dictadura bolivariana sancionado por distintos países, Argentina entre ellos.
Su presencia molestó al enviado del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, Mauricio Claver, quien en consecuencia abandonó el país de manera anticipada.
Trump había enviado a tres funcionarios como sus representantes a la asunción de Fernández: el secretario de Salud, Alex Azar y los asesores presidenciales Emma Doyle y Claver, asesor del presidente de Estados Unidos para América latina.
Enterados de la presencia de Rodríguez, la delegación americana asumió una estrategia diplomática: el secretario Azar y la asesora Doyle participarían de todos los eventos públicos organizados por la administración peronista, mientras que Claver cancelaría todas las audiencias y regresaría antes de tiempo a Washington.
La presencia de Rodríguez generó irritación en Claver: cuando se reunió con Alberto Fernández en México, explicó en Washington que el entonces presidente electo no tenía posiciones cercanas a Nicolás Maduro como en su momento exhibió Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, a menos de dos meses de esa reunión, el asesor de Trump para América Latina llegaba a Buenos Aires y se enteraba por un medio argentino que un ministro de Maduro acusado de corrupción iba a estar a pocos metros de toda la delegación americana.
En este contexto, Claver no fue a la jura de Alberto Fernández y canceló su reunión bilateral que iba a mantener mañana con Gustavo Béliz, secretario de Asuntos Estratégicos. En cambio, el secretario Azar fue a la Asamblea Legislativa -junto a Doyle- y luego saludo al Presidente de la Nación en la Casa Rosada.
La tensión entre la Casa Rosada y la Casa Blanca se agravó cuando Claver ratificó que Rodríguez no podía entrar al país y que retrasó su arribo para evitar que la administración de Macri aplicara el decreto presidencial que prohibía su presencia en la Argentina. Ese decreto de Macri respondía a un acuerdo diplomático con el Grupo de Lima y con el departamento del Tesoro.
Frente a la inesperada crisis política desatada por la decisión de invitar a un controvertido ministro de Maduro, Alberto Fernández decidió un gesto de acercamiento de último momento: su canciller Solá habló a la embajada americana en Buenos Aires y concertó una reunión fuera de agenda entre el Presidente de la Nación y el a Subsecretario Interino para Asuntos del Hemisferio Occidental, Michael Kosak . No sorprendería que al encuentro se sumen Solá y Béliz, que desde temprano están tratando de aplacar una crisis internacional que puede complicar -de arranque- las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por la deuda externa.
El ministro Rodríguez es el principal asesor de Maduro y está en la nómina de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC), que encabeza el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. El presidente Maduro depende de su círculo cercano para mantener su control del poder, mientras su régimen saquea lo que queda de la riqueza de Venezuela", sostuvo Steven Mnuchin, secretario del Tesoro, cuando explicó porqué Rodríguez ingresaba a la lista de la OFAC.
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