Apoyo a las víctimas de violaciones de derechos humanos por parte de fuerzas de seguridad durante las protestas en Chile y el compromiso de alcanzar la verdad y la justicia. Esos fueron los dos ejes de las promesas hechas por el presidente chileno Sebastián Piñera al conmemorar este martes el Día Internacional de los Derechos Humanos.
El mandatario lamentó “la muerte de 24 compatriotas” (Human Rights Watch asegura que la cifra llega a 26) y las heridas que sufrieron miles de chilenos durante las protestas que estallaron el 18 de octubre, y destacó el compromiso de su gobierno para “prestar toda la asistencia que sea necesaria para aquellas personas que sufrieron las consecuencias de violaciones a los derechos humanos”.
"En los últimos 52 días hemos conocido muchos casos, denuncias de atropellos a los derechos humanos; nos duele cada una de ellas", señaló.
Distintas organizaciones locales e internacionales de defensa de los derechos humanos, tales como Human Rights Watch y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA, han denunciado abusos.
Dentro de las medidas de apoyo, Piñera hizo énfasis en el “Plan integral de recuperación ocular”: propuesto días atrás, brinda atención gratuita a cientos de personas con lesiones oculares, incluyendo la cobertura de prótesis en los casos que sea necesario, así como asistencia psicológica, y de inserción social y laboral.
De acuerdo al Instituto Nacional de Derechos Humanos, ascienden a 352 las personas que han sufrido lesiones oculares durante las protestas. En 21 casos la persona sufrió el estallido o la pérdida de su globo ocular, y dos perdieron la visión por completo.
Asimismo, el mandatario destacó iniciativas públicas para acompañar a mujeres que hayan denunciado violencia sexual y a jóvenes que denunciaron que sus derechos fueron vulnerados.
Piñera aseguró que trabajará durante el resto de su mandato -que culmina en marzo de 2022- para revisar la forma en que se regula el uso de la fuerza por parte de la policía, y señaló que buscará reestructurar los procesos de formación tanto de Carabineros como de las Fuerzas Armadas.
De hecho, el ministro del Interior y Seguridad Pública Gonzalo Blumel anunció la convocatoria a un consejo de Gobierno para estudiar una reforma del cuerpo de Carabineros.
Human Rights Watch denunció abusos y dice haber recabado “pruebas consistentes” de que el cuerpo policial de Carabineros “utilizó la fuerza de manera excesiva en respuesta a las protestas e hirió a miles de personas, con independencia de si habían participado en hechos violentos o no”.
En contraste, el informe fue rechazado por el cuerpo policial , que negó las acusaciones más graves, como los hechos de torturas o abusos sexuales, pues “no hay elementos que permitan sostener que tales relatos se produjeron”.
Según el presidente chileno, el país también debe hacer “un gran esfuerzo de educación y de cultura” para alcanzar “una verdadera cultura de derechos humanos”.
Víctimas con nombre y apellido
Por primera vez, Piñera se refirió con nombre y apellido a las dos personas que perdieron completamente la vista a causa de la acción de las fuerzas de seguridad.
"Estoy pensando, por supuesto, en personas como Gustavo Gatica y Fabiola Campillay, que perdieron completamente su visión", dijo el mandatario, al reconocer las consecuencias de los procedimientos en la crisis.
Gatica, estudiante universitario de 21 años, perdió la visión por el impacto de perdigones lanzados por la policía en medio de las protestas, mientras que Campillay quedó ciega luego de que una bomba lacrimógena utilizada por Carabineros para disuadir a manifestantes le impactara en la cara cuando esperaba un autobús en la periferia de Santiago.
El presidente lamentó igualmente varios casos de integrantes de las fuerzas de seguridad que sufrieron lesiones graves mientras intentaban contener incidentes violentos desatados durante las protestas.
El Instituto Nacional de Derechos Humanos, un organismo local autónomo, calculó en 3.449 las personas heridas, 352 de ellos con lesiones oculares, y en 1.383 los casos en los que se vulneraron derechos, que incluyen 192 denuncias de violencia sexual y 405 por supuestas torturas.
En tanto, la CIDH señaló que "no hay duda" de que existieron vulneraciones en medio de las masivas manifestaciones.
Entre otras medidas que, dijo Piñera, impulsará para asegurar el respeto a los derechos humanos, detalló que se buscarán mecanismos para “proteger mejor” los derechos de personas privadas de libertad, ante el hacinamiento en prisiones de Chile.
En las calles, las manifestaciones bajaron su intensidad sin detenerse. Este martes, en la plaza Italia -epicentro de las protestas- un millar de personas se manifestó con carteles alusivos a las lesiones oculares, resaltando que en Chile “se violan” los derechos humanos. Además se reiteraron incidentes entre manifestantes y la Policía.
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