Al menos Carlos Mesa y el surcoreano Chi Yung Chang, dos de los candidatos presidenciales que enfrentaron el 20 de octubre a Evo Morales, volverán a competir esta vez en las elecciones previstas para marzo o abril de 2020, en tanto que el cívico de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, quien ya confirmó que se sumará al lote de candidatos, podría compartir fórmula con el líder cívico de Potosí, Marco Pumari.
Aunque la caída y el asilo de Evo Morales en México ha sumido en una crisis al MAS, algunos de los líderes de la oposición al expresidente consideran que se necesita la unidad en torno a una candidatura para derrotar a ese partido que parece conservar todavía un voto duro especialmente en las zonas suburbanas y rurales del país. Otras voces, como la del dirigente de Unidad Nacional, Samuel Doria Medina, aseguran que después de la renuncia de Morales hay un nuevo escenario en Bolivia y el MAS dejó de ser preponderante. El mismo adelantó que su partido definirá en diciembre su rol en los próximos comicios.
Los que se lanzaron a una carrera acelerada de búsqueda de apoyo, luego de que el domingo pasado la presidenta transitoria, Jeanine Añez, promulgara la ley de convocatoria a las nuevas elecciones, son los cívicos Luis Fernando Camacho y Marco Pumari, considerados por sectores ciudadanos como dos de los principales “héroes”del movimiento que se movilizó durante 21 días contra el fraude electoral del 20 de octubre y que consiguió la dimisión del expresidente.
El viernes, Camacho anunció su renuncia a la presidencia del Comité Cívico de Santa Cruz para ir "por otro sueño. otro anhelo aún más fuerte: ser Presidente de la República de Bolivia y poder, desde ahí, servir con todas mis fuerzas para ver a mi patria próspera, unida y libre, donde todos juntos construyamos un mejor futuro para nuestros hijos, algo que hoy es más posible que nunca”, según escribió en un comunicado.
En esa misma carta, Camacho sostuvo que uno de sus anhelos es que “Evo Morales, Álvaro García Linera y su cúpula de secuaces no vuelvan a gobernarnos nunca más y esa es aún una tarea pendiente”.
En una primera arremetida preelectoral a uno de sus posibles rivales, el dirigente cívico potosino Marco Pumari afirmó que el candidato presidencial por Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, que consiguió el segundo lugar en las elecciones del 20 de octubre pasado, ya ha cumplido su ciclo político y que el voto que recibió fue más por el descontento con Morales, que por su programa u oferta de gobierno.
De su parte, el compañero de binomio de Carlos Mesa, Gustavo Pedraza, confirmó que ambos se volverán a presentar en las próximas elecciones presidenciales y descartó que exista una ruptura con el movimiento cívico nacional, encabezado por Luis Fernando Camacho. “En el caso del MAS, ha sido una fuerza importante pero está mermada por la acción violenta de su caudillo. Sin embargo, es una realidad y se está reconstituyendo con el liderazgo de algunos mandos medios que tienen un discurso más democrático, como es el caso de los nuevos presidentes de las cámaras de diputados y de senadores”, afirmó.
El candidato Chi Yung, Chung, que obtuvo el tercer lugar en las últimas elecciones, ha confirmado que volverá a terciar, por lo que se abre a alianzas con las siglas que lo deseen hacer, aunque ha sido criticado por haber mencionado un acercamiento al MAS y uno de los dirigentes de su partido dijo que ya no será él quien candidatee nuevamente por el PDC. Sin embargo, Chi se apresuró a rectificar y asegurar que no hará ningún acuerdo con Evo Morales, pero tampoco con Carlos Mesa, al que considera progresista, ni tampoco cree que Camacho y Pumari deban ser candidatos. El surcoreano ha ofrecido a sus posibles aliados la vicepresidencia.
Por su lado, el ex candidato a la presidencia por UCS, Víctor Hugo Cárdenas, ha proclamado su respaldo al binomio Camacho-Pumari, ya que considera que representan la fórmula de unidad. También se supo que el MNR y el partido de la ex candidata presidencial Ruth Nina habrían expresado su respaldo a los dos cívicos.
Otra fuerza política que se pronunció de forma general a favor de “un gobierno de concertación nacional” es Demócratas, que postuló a Oscar Ortiz, cuarto en las recientes elecciones. Este partido ha pedido a los que se han opuesto al MAS a conseguir esta vez la unidad para formar una amplia mayoría.
Esta semana también reapareció la excandidata a la vicepresidencia, Tomasa Yarhui, de origen indígena, quien tendría el interés de participar en las elecciones otra vez junto al expresidente Jorge Quiroga, quien oficializaría la próxima semana su intención de competir. “Ni la dispersión ni la concentración del voto son convenientes”, dijo Yarhui.
Quien ha descartado la versión de su postulación es el dirigente del Consejo Nacional de Defensa de la Democracia (Conade), Waldo Albarracín, que tuvo un rol protagonista en las movilizaciones contra Evo Morales.
En cuanto a las posibles candidaturas del MAS, que ya no tendrá a Evo Morales ni a Alvaro García Linera, en las últimas semanas apareció la figura de la nueva presidenta del Senado, Eva Copa, mencionada como presidenciable por su desempeño en la concertación. No obstante, ella misma aseguró que concluirá su gestión parlamentaria el 22 de enero para atender a su familia. En el partido de Morales se ha mencionado como sus posibles sucesores al dirigente cocalero Andrónico Rodríguez, que apareció en algunos afiches como posible candidato, a la senadora Adriana Salvatierra y al ex canciller David Choquehuanca, que llevaría como compañero de fórmula al ex ministro de Economía Luis Arce. Se sabe que Evo Morales aspira a dar la última palabra en la elección y volver a Bolivia a respaldar la campaña. “Nuestros representantes nacionales y departamentales serán los que llamen a congresos, cabildos y asambleas para elegir los mejores perfiles que se tengan y encarar las elecciones”, afirmó Eva Copa.
Sobre el nuevo escenario electoral, el analista Andrés Gómez Vela opinó que los bolivianos deben ahora aprender la lección que es mejor para la democracia apostar por la diversidad que darle tanto poder a un solo partido. “La diversidad nos obliga a dialogar, conversar, acordar. El peligro de dar dos tercios en el Congreso a un partido es el abuso de poder. Todavía hay un 25 a 30 por ciento de gente que se identifica con el MAS, a pesar de que no está Evo Morales. Por otro lado, tenemos a la derecha o al que no quiere el populismo, con un 20 a 25 por ciento, que puede apoyar a Camacho. También está Mesa, que es del centro, que en la anterior elección recibió el voto útil. Ahora no sabemos a quién iría el voto útil y puede ser que aparezca alguien nuevo que comience a subir. Como están las cosas es posible que haya segunda vuelta”, sostuvo Gómez.
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