El ministro de Gobierno de Bolivia, Arturo Murillo, ha emplazado este sábado a la Embajada de México a que retire el asilo al ex ministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana para que se someta a un proceso penal por sedición y terrorismo.
“En el caso de Juan Ramón Quintana, claramente lo que debería hacer la Embajada mexicana es dejarlo en la puerta para que nosotros lo subamos a nuestro carrito y lo llevemos a que proceda al juicio que le corresponde por sedición y terrorismo”, ha afirmado Murillo en declaraciones recogidas por la agencia de noticias boliviana ABI.
Así, Murillo ha pedido a la delegación diplomática mexicana que “no cobije a delincuentes” en su sede y ha recordado que las autoridades bolivianas no pueden ingresar a esa legación porque está considerada como territorio extranjero.
"No es correcto. Este señor prometió hacer un Vietnam de Bolivia y casi lo logró. Si no hubiera sido por nuestra Policía Boliviana, por nuestro Ejército, por la fuerza de los bolivianos, por todos los bolivianos en la calle, por las pititas en las calles, por la fuerza de las mujeres, de los niños y la juventud, hoy día Bolivia sería un Vietnam", ha argumentado.
El Gobierno presentó el 22 de noviembre en la Fiscalía de La Paz una denuncia penal contra Quintana por los delitos de sedición y terrorismo, pero el ex ministro tiene asilo concedido por el Gobierno de México y permanece en la Embajada de esa nación en la ciudad de La Paz. La ministra de Relaciones Exteriores boliviana, Karen Longaric, ha subrayado que no se le proveerá el salvoconducto que precisa para dejar el país.
El Ministerio Público embargó todas las solicitudes de asilo o salvoconducto de antiguas autoridades del gobierno del expresidente Evo Morales investigadas por los presuntos delitos de terrorismo y sedición.
Murillo, que fue designado en su puesto el 13 de noviembre, junto a los otros ministros del gabinete, advirtió no bien asumió que "todos aquellos que están en sedición van a ir a la cárcel”. El ex senador de Unidad Demócrata, el partido de Áñez, cargó sobre todo contra Quintana, a quien acusó de ser el culpable de la violencia desatada en el país en las últimas semanas. “Vamos a ir a la cacería de Juan Ramón Quintana, ¿por qué es una cacería? Ese es un animal que está matando gente en nuestro país y no lo vamos a permitir”, advirtió.
Para fundamentar su acusación, Murillo remitió a una entrevista que Quintana concedió en octubre -luego de las elecciones presidenciales del 20 de octubre que desencadenaron la crisis- al medio ruso Sputnik.
De aquel diálogo resaltó una frase: “Bolivia se va a convertir en un gran campo de batalla, un Vietnam moderno”. Y, en base a ella, aseguró: "(Las declaraciones) demuestran que el plan siempre fue y es el de derramar sangre y muerte entre hermanos bolivianos. Es así, que a partir de este momento los hechos de violencia por parte de las personas afines al MAS (Movimiento Al Socialismo) se intensificaron”.
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