Hace poco más de un mes, cuando comenzaron las protestas contra el gobierno de Sebastián Piñera en Chile, a los Carabineros les llamó la atención que gente que participaba de saqueos llegaba a los comercios a bordo de vehículos de alta gama. Por esa razón, se hicieron filmaciones y se entregaron las imágenes a la Fiscalía para comenzar un rastreo general que involucrara a las patentes de estos autos y camionetas.
Según fuentes policiales, citadas por La Tercera el pasado 23 de octubre, se estuvo detrás de los dueños de los vehículos, de quienes sospechan posibles vínculos con el narcotráfico. De hecho, cuando detuvieron a las personas que estaban a bordo de estos autos, no eran sus dueños, sino que corresponderían a ayudantes de bandas criminales asociadas al comercio de estupefacientes.
En ese momento, el mismo periódico informó que, para dar con esos grupos, los Carabineros dispusieron el trabajo de “cuadrillas antisaqueo”. Se trató de cuatro grupos, de 30 efectivos policiales, para ir a los lugares donde se reportaran saqueos y detener a los involucrados.
“Responsablemente afirmo que importantes cantidades de mercadería saqueada pasaron a incrementar bodegas de los narcos para fortalecer su ‘beneficencia’ en las poblaciones y así seguir desplazando al estado. Urge detener la criminalización del Movimiento Social”, denunció el sacerdote jesuita Pablo Walker el martes pasado en su cuenta de Twitter.
Este miércoles, la Fiscalía Sur y funcionarios de la Brigada Antinarcóticos Metropolitana de la PDI allanaron 15 domicilios en la población Santa Adriana. Según consignó La Tercera, ahí detuvieron a siete mujeres y cinco hombres, pertenecientes a una banda de narcotraficantes llamada “Los Chaguas”, quienes tenían en su poder drogas, armas, 47 cartuchos de distinto calibre, además de cajas de leche, cerveza y pañales, entre otros productos supuestamente saqueados. También se incautaron cinco vehículos.
Pamela Bustamante, directora de robos de la Fiscalía Sur, expresó: “No estaban siendo investigados como autores de saqueo. Es un clan familiar dedicado al narcotráfico y delitos violentos y que, además, tiene antecedentes por homicidio y por porte ilegal de arma de fuego”.
Bustamante agregó que, a raíz de la información proporcionada por la policía, fundamentalmente de cámaras de seguridad, detectaron patentes de vehículos que pudieron asociar a imputados. “Con esa información pedimos órdenes de entrada y registro e incautación para encontrar especies provenientes de robos de sectores cercanos que hayan sido afectados e incluso quemados con posterioridad”, detalló.
Según recogió el diario citado, la funcionaria dijo que “en la primera parte de las investigaciones, desde que empezó el estallido social, los perfiles de esos imputados correspondían más a personas sin antecedentes que utilizaban sus vehículos particulares, pero no teníamos un hilo como de asociación. Con el transcurso de las semanas, empezamos a detectar que con este mismo patrón de investigación, los vehículos se estaban asociando a imputados que tenían condenas por tráfico de drogas y, por lo tanto, ya nos cambia el perfil del imputado a uno de narcotraficante”.
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