Un total de 2.7 millones de uruguayos están convocados para participar este domingo de la segunda vuelta electoral, que determinará el próximo presidente de Uruguay.
Tras la primera vuelta efectuada el pasado 27 de octubre, el candidato frenteamplista Daniel Martínez (62 años) y Luis Lacalle Pou (46 años) por el Partido Nacional y el respaldo de una coalición, se vuelven a enfrentar en las urnas. La votación se extenderá hasta las 19.30 horas (hora local) y a las 20.30 las encuestadoras darán a conocer los resultados de boca de urna.
Aunque en la primera vuelta Martínez le sacó casi 10 puntos de ventaja a Lacalle Pou, las últimas mediciones de opinión le dan ventaja al dirigente del Partido Nacional para superar el 50% de los votos y convertirse en el próximo presidente, poniendo fin a un ciclo de 15 años en el gobierno del Frente Amplio.
Los sondeos indican que hoy para los uruguayos el principal problema es el de la seguridad (se ha registrado en los últimos años un considerable aumento de rapiñas y asesinatos), mientras que la economía muestra un panorama sombrío. El desempleo se ubica en el 9,5%, una de las cifras más altas de los últimos años y el gobierno enfrenta un déficit de 4,9%, considerado insostenible.
La campaña para esta segunda vuelta mostró desde el comienzo que para el partido de gobierno sería cuesta arriba. Es que en la primera vuelta obtuvo el 39% de los votos, una cifra muy baja en comparación con los tres períodos anteriores donde llegó al poder.
En 2004, Tabaré Vázquez logró en la primera vuelta el 50,45% y se convirtió en presidente. En 2009, José Mujica ganó la primera vuelta con 48% y al pasar a la segunda llegó al 54%. En 2014 regresó Vázquez, que en primera vuelta obtuvo 48% y regresó a la presidencia con el 56%. Como se puede observar, la caída para el Frente Amplio en la primera vuelta en comparación con las tres elecciones anteriores, fue de casi 10 puntos porcentuales, unos 260 mil votos.
Este resultado fue un duro golpe que terminó repercutiendo en la campaña hacia este domingo. Daniel Martínez (ex intendente de Montevideo) no logró aglomerar en su entorno a los principales dirigentes de la coalición de izquierda, y el apoyo fue tímido en todo momento. Por otra parte los analistas coinciden en que su campaña fue errática, mostrando en un principio un equipo de nuevos dirigentes, pero en las últimas semanas y ante los resultados desalentadores, trayendo a la “vieja guardia” a su lado.
Anunció que el Ministro de Economía, Danilo Astori sería su canciller de llegar a la presidencia y también ubicaba a José Mujica como Ministro de Ganadería, cambió a su jefe de campaña y al ex director del Banco Central, Mario Bergara lo ponía como su futuro Ministro de Economía.
Pero Astori, Mujica y Bergara (los tres ya electos senadores) no tuvieron gran participación en los diferentes actos. Mientras que Astori casi no aparecía en ningún lugar, Mujica realizó algunas visitas al interior y dijo que “si Martínez estuvo sólo fue por sus convicciones” y discrepó con los anuncios del candidato de que si gana Lacalle Pou “Uruguay termina como Argentina y Brasil”. Para Mujica “Uruguay tiene sus propias características, nunca se queda quieto pero no se va a los extremos”. Por otra parte Bergara optó por tomarse unas vacaciones “por compromisos académicos”. Se fue a Estados Unidos con su pareja, una reconocida presentadora de televisión.
También llamó la atención y tuvo gran repercusión en las redes sociales lo que sucedió en el acto de cierre de campaña de Martínez. En el estrado estaban los principales dirigentes del FA, pero mientras el candidato decía su discurso final de campaña, se los veía distraídos o mirando sus celulares.
El politólogo Adolfo Garcé dijo a canal 12 de Montevideo que "la derrota del Frente Amplio es inminente y se explica más por la gestión de la actual administración que por la campaña electoral". Garcé destacó que mientras Lacalle Pou conformaba una coalición de partidos que lo apoyaran, Martínez solo tenía el respaldo de los militantes. "Vimos a Daniel Martínez quedándose solo durante la campaña del balotaje, no sé si fue una estrategia pero lo que hemos visto es que cada vez estaba más solo, una campaña cada vez más centrada en sí mismo".
De confirmarse la derrota, tendría consecuencias dentro del Frente Amplio. Políticos y analistas coinciden que desde este lunes comenzaría “un pase de facturas” y que la carrera política de Daniel Martínez puede haber llegado a su fin. Desde la coalición de izquierda descartan que se vuelva a postular a la comuna de Montevideo en las elecciones de 2020, como era su deseo.
La coalición
Luis Lacalle Pou llega a la segunda vuelta con el apoyo de la casi totalidad de los partidos de la oposición. El dirigente nacionalista (hijo del ex presidente Luis Lacalle) logró en la primera vuelta el 28,6% de los votos, casi 10 puntos por debajo de su contrincante. En Uruguay se precisa la mitad más uno de los votos en primera vuelta para obtener la victoria.
Pero como se había anticipado, para el balotaje el joven dirigente logró sumar a los principales partidos de oposición. Partido Colorado, Cabildo Abierto, Partido Independiente y Partido de la Gente. Si se suman todos los votos de estos se llega al 53%.
La base de la campaña de Lacalle Pou es que se va hacia un gobierno de coalición, el cual tiene un programa único consensuado. En ese documento se recogieron las principales aspiraciones de los diferentes partidos y los técnicos que los representan trabajan ahora en una Ley de Urgencia de más de 300 artículos la cual será enviada al parlamento tras asumir el nuevo gobierno el 1 de marzo de 2020. Lo que se ha cuestionado por parte del Frente Amplio es que el contenido de esa ley aún no se conoce. Los dirigentes más allá de sus diferencias han reconocido que el objetivo final es terminar con el gobierno del Frente Amplio que está en el poder desde hace 15 años y gobernando con mayorías parlamentarias propias.
Los diputados y senadores se eligieron el pasado 27 de octubre (en la primera vuelta) y para tener mayoría parlamentaria Lacalle Pou deberá de contar con el apoyo de todos, ya que la fragmentación es la más grande en la historia del parlamento uruguayo. Solo con su socio natural (el Partido Colorado), el gobierno nacionalista no llega al 50%. Lo hace si se le suma Cabildo Abierto, un partido nacido este año y liderado por el ex comandante del Ejército, general Guido Manini Ríos.
En Diputados, el Partido Nacional tendrá desde el 15 de febrero 30 representantes, los colorados 13, Cabildo Abierto 11 y el partido Independiente y Partido de la Gente, uno cada uno. Son 56 en total en una cámara de 99 representantes. Cualquier ley que deba ser aprobada necesitará como mínimo, los votos nacionalistas, los colorados y los de Cabildo Abierto.
En todos los actos partidarios, Lacalle Pou siempre puso especial énfasis de que “se va a una nueva manera de gobernar”, ya que si dentro de la coalición no existe acuerdo entre sus principales socios, no hay gobierno. En la historia de Uruguay este caso nunca se había dado: o gobernaba el FA con su mayoría, o gobernaban blancos y colorados en coalición, pero nunca con un tercer invitado, en este caso Cabildo Abierto.
En el acto final del cierre de campaña, Lacalle Pou dijo que “esta es la coalición del pueblo”.
Durante el último mes una de las características principales de los actos de los partidos que respaldan al candidato del Partido Nacional fue la presencia de otras banderas partidarias además de las propias.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: