Expectativa en Bolivia por el inicio del diálogo que tiene como objetivo “pacificar el país”

El ministro de Obras Públicas del gobierno interino, Yerko Núñez, anunció que las conversaciones comenzarán esta tarde en el Palacio Quemado y de ellas formarán parte “todas las organizaciones que están movilizadas”

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Vista de miembros de la asamblea del Senado en una sesión de la Cámara Alta en el edificio del Congreso en La Paz, Bolivia, 20 de noviembre, 2019 (REUTERS/Manuel Claure)
Vista de miembros de la asamblea del Senado en una sesión de la Cámara Alta en el edificio del Congreso en La Paz, Bolivia, 20 de noviembre, 2019 (REUTERS/Manuel Claure)

Bolivia se encamina hacia un diálogo para superar un mes de violenta crisis pese a la investigación abierta este viernes contra su principal protagonista, el ex presidente Evo Morales, exiliado en México.

El gobierno interino de Jeanine Áñez anunció para este sábado el inicio de conversaciones con las fuerzas de oposición implicadas en las protestas que dejan 32 muertos, al menos 17 de ellos en enfrentamientos con las fuerzas combinadas de militares y policías.

A las cuatro de la tarde (20:00 GMT) estamos comenzando a dialogar para pacificar el país”, anunció el ministro de Obras Públicas, Yerko Núñez.

Según el responsable, las conversaciones se llevarán a cabo en el Palacio Quemado (sede presidencial) y en ellas tomarán parte “todas las organizaciones que están movilizadas”.

El gobierno divulgó un documento firmado por dirigentes de la protesta, aunque del lado de los movimientos afines a Morales no ha habido un pronunciamiento.

Bolivia pasa por su peor crisis en 16 años tras las elecciones generales del 20 de octubre. Con 13 años en el poder, Morales fue proclamado vencedor pero la oposición alegó fraude y encendió las calles contra el líder indígena. La OEA también encontró irregularidades en el proceso que había desembocado en un nuevo mandato de cinco años del entonces presidente.

Sin embargo, Morales se vio forzado a dimitir el 10 de noviembre, presionado por las protestas y luego de perder el apoyo de las fuerzas militares y la policía. El ex presidente partió al exilio denunciando un golpe de Estado, mientras sus leales lanzaron una contraofensiva que hundió en el caos a buena parte del país.

Mañana (sábado) instalamos el diálogo para tener al país en cien por ciento despejado de bloqueos y nuestro país pueda pacificarse y volver a la normalidad”, agregó el ministro.

Evo Morales (REUTERS/Carlos Jasso)
Evo Morales (REUTERS/Carlos Jasso)

Morales, a responder

Más temprano la crisis parecía tomar un rumbo más incierto. La fiscalía inició una investigación formal contra Morales por “terrorismo y sedición”, a raíz de una denuncia del ministro de Gobierno (Interior), Arturo Murillo.

El funcionario acudió a la justicia con un audio como prueba. En la grabación revelada el miércoles, se escucha supuestamente a Morales instruyendo a un partidario cocalero para cercar a las ciudades e interrumpir el suministro de comida, mediante el bloqueo de vías. “Estamos pidiendo la máxima pena por sedición y terrorismo”, afirmó Murillo.

El jueves el ex gobernante de 60 años denunció en Twitter los planes del gobierno de Jeanine Áñez para enredarlo en un “juicio internacional” con base en un “montaje”.

En principio Morales respondería en su condición de ex presidente, desprovisto de fuero especial, en un proceso que podría terminar en su enjuiciamiento y eventual condena de hasta 30 años de cárcel.

El ministro Murillo denunció igualmente al ex ministro Juan Ramón Quintana, ex hombre fuerte del saliente gobierno, por los mismos cargos contra Morales. Su paradero es desconocido.

Incidentes en las protestas en Bolivia (REUTERS/Marco Bello)
Incidentes en las protestas en Bolivia (REUTERS/Marco Bello)

Expectativa por comicios

El nuevo giro en la crisis coincide con la expectativa frente a la convocatoria a elecciones generales y la anulación del proceso del 20 de octubre. Según el consultor político y ex catedrático Iván Arias, la medida contra Morales podría bien llevar a que “se fidelice su gente” o a asumir que “Evo ya es historia”.

Se pueden “separar las aguas, es decir que Evo está afuera y arreglemos los problemas entre los que estamos acá”, opinó para la AFP.

Con mayoría en el Congreso bicameral, el partido de Morales, el Movimiento al Socialismo (MAS), afina un acuerdo con las antiguas fuerzas de oposición para renovar el Tribunal Supremo Electoral y dar paso a nuevos comicios, tras la renuncia del ex mandatario el 10 de noviembre.

Se espera que para este sábado haya luz verde y se aborde la incógnita de si el ex jefe de Estado podrá ser candidato de nuevo, aunque todos los indicios apuntan a que será inhabilitado.

Entretanto, la ex senadora Áñez soporta el descontento del sector indígena y campesino que apoya a Morales, y que en los últimos días ha librado fuertes choques con la policía y los militares.

Las protestas han generado desabastecimiento en La Paz, donde se han disparado los precios y se multiplican las filas para conseguir comida y combustible.

Este viernes Áñez, en una declaración a la prensa, clamó a sus opositores que la dejen cumplir con su trabajo por el “tiempo corto” que estará en el poder.

“Este es un gobierno de estricto carácter provisorio y tiene como propósito la pacificación del país y la convocatoria de elecciones libres y transparentes en el más breve tiempo”, añadió luego la ex parlamentaria en un discurso oficial.

(Por José Arturo Cárdenas y Héctor Velasco - AFP)

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