Estados Unidos condenó este jueves la “inaceptable” detención de opositores que apoyaban a huelguistas de hambre y el asedio a una iglesia en Masaya (Nicaragua) y sentenció que la Policía ya no protege al pueblo nicaragüense, sino que se ha convertido en su “represora”.
“El asedio de un lugar de culto por parte del régimen de (el presidente nicaragüense, Daniel) Ortega es inaceptable, igual que los arrestos de más de una docena de personas que intentaban ayudar a las huelguistas de hambre”, dijo la portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Morgan Ortagus, en un comunicado.
Ante el aumento de las detenciones arbitrarias y el uso de la fuerza por parte de las autoridades en Nicaragua, los párrocos y obispos del país han puesto a disposición las iglesias para que se refugien los manifestantes antigubernamentales.
Sin embargo, en los últimos días se han denunciado asedios de las fuerzas policiales a iglesias como la catedral de Managua o la parroquia de San Miguel Arcángel, en Masaya (sureste), donde están albergadas las madres de algunos detenidos y una líder opositora.
Hace una semana, las autoridades detuvieron a trece jóvenes en Masaya y otros tres en Managua mientras intentaban dar agua a las personas dentro de las iglesias, y este martes fueron acusados de transporte de armas peligrosas.
“Las detenciones y los cargos inventados contra los nicaragüenses que intentan ayudar a personas en huelga de hambre demuestran de nuevo que la Policía Nacional de Nicaragua no es la protectora del pueblo nicaragüense. Son su represor, al respaldar el mandato autoritario de Daniel Ortega”, subrayó Ortagus.
Estados Unidos está “profundamente preocupado por la salud y seguridad de las familiares de presos políticos bajo asedio” en Masaya, aseguró la portavoz, y denunció que las autoridades les han “negado el acceso al agua y la electricidad”.
En un mensaje colgado este miércoles en las redes sociales, las once madres que hoy cumplen siete días en huelga de hambre dentro de la iglesia afirmaron ser “rehenes de la Policía Nacional” y pidieron al país que no se “olvide” de ellas.
La portavoz estadounidense subrayó que “ya es hora de que el régimen de Ortega libere a los más de 130 presos políticos que sigue deteniendo”, y advirtió que EEUU está “preparado para usar todos sus medios económicos y políticos para apoyar la restauración de la democracia” en Nicaragua.
La Unión Europea (UE) también ha condenado la detención de los opositores, y una comisión de la Organización de Estados Americanos (OEA) concluyó esta semana que en Nicaragua existe una “alteración del orden constitucional”, una determinación que podría llevar a la suspensión del país centroamericano en el organismo.
Desde abril de 2018, Nicaragua vive una crisis sociopolítica que ha dejado al menos 328 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque organismos locales elevan la cifra a 651 y el Gobierno reconoce solo 200 y denuncia un supuesto intento de golpe de Estado.
(Con información de EFE)
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