El presidente Iván Duque dijo haber escuchado los reclamos de cientos de miles de colombianos que protestaron este jueves con marchas masivas y cacerolazos contra su gobierno, aunque sin responder directamente al llamado a una reunión con los promotores de las movilizaciones.
“Hoy hablaron los colombianos, los estamos escuchando. El diálogo social ha sido la bandera principal de este gobierno, debemos profundizarlo con todos los sectores de nuestra sociedad”, dijo en una alocución televisada.
En una alocución televisada al final de la noche, el mandatario destacó el “espíritu” de la “protesta pacífica” aunque cuestionó con dureza los actos de “vandalismo puro” ocurridos al término de la jornada en Bogotá, Manizales, Medellín y Cali.
Los choques dejaron al menos 42 civiles y 37 policías heridos, y 36 capturados en toda Colombia, así como daños materiales, según la policía.
Sin mayorías en el Congreso y un rechazo del 69% según encuestas, Duque afrontó la mayor protesta de su mandato desde que asumió en agosto del 2018.
Con aire de triunfo, algunos manifestantes llamaron a mantenerse en las calles hasta que el gobierno escuche sus exigencias en un intento de emular las convulsiones sociales que han sacudido a Ecuador, Chile y Bolivia. Aunque no es claro que tengan la fuerza para ello.
Duque “tiene un desafío de diálogo social” y “un mensaje de descontento muy grande”, opinó Yann Basset, de la Universidad del Rosario de Bogotá.
El analista afirmó a AFP que el presidente tiene reducidos apoyos sociales y políticos. Tendrá que “abrir frentes de diálogos con las organizaciones sociales, por una parte, con los partidos políticos, por otra, para tratar de ampliar la base de su gobierno”.
Antes de la protesta, Duque denunciaba una campaña de “mentiras” que buscaba desatar la violencia. El gobierno cerró las fronteras y desplegó militares en algunas ciudades.
Las centrales obreras convocaron la huelga el mes pasado en rechazo de supuestas reformas para flexibilizar el mercado laboral y el sistema pensional.
Luego se sumaron diversos sectores. Los indígenas exigieron protección ante el asesinato de 134 comuneros desde que asumió Duque, y los estudiantes, más recursos para la educación pública.
Todos cuestionaron la política de seguridad enfocada en el combate del narcotráfico, el asesinato de decenas de líderes sociales y el intento de modificar el pacto de paz de 2016 que desarmó a la ex guerrilla FARC, que también participó en el paro.
(Con información de AFP)
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