El jefe antidroga de Bolivia, Maximiliano Dávila, fue destituido de su cargo después de estar casi un año como responsable de una de las unidades más complejas de la Policía. Los uniformados de base lo denunciaron por ser uno de los aliados del ex presidente Evo Morales y del ex ministro Juan Ramón Quintana.
“En la fecha (21 de noviembre) es usted replegado al Comando General de la Policía y puesto a disposición de la Dirección Nacional de Personal donde deberá presentarse en el término establecido por el reglamento”, indica el texto que le hizo llegar el comandante general de la institución, Rodolfo Montero, cuya firma está en el documento de cese de funciones.
De acuerdo a lo que publicó Página Siete, durante el motín que acataron los policías de base pedían la destitución de Dávila y del ex comandante general, Vladimir Calderón. Los efectivos aseguraron que ambos oficiales eran “muy cercanos” al Movimiento Al Socialismo (MAS), el partido de Morales.
Pero hace pocos días denunciaron a Dávila por ser un policía “aliado” de Morales y de Quintana. “Dávila ha trabajado de cerca con Carlos Romero (ex ministro de Gobierno) y ahora trabaja por debajo con las ex autoridades en este conflicto. Tenemos información de que este coronel siempre ha respondido a Evo Morales, siempre ha sido fiel al ex presidente”, afirmó uno de los oficiales, según consignó el mismo periódico.
Además, Dávila fue investigado en la vía penal, durante el gobierno de Morales, por allanamientos ilegales y robo de dinero. Uno de los procesos es el ataque al domicilio del propietario de un medio de comunicación en Cochabamba, investigado por tráfico de droga y extorsión. Página Siete informó que este caso nunca se esclareció pero el que comandaba el allanamiento era el coronel de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN).
En otro orden, el Gobierno interino de Bolivia ha enviado una nota de protesta formal a las autoridades mexicanas por permitir que el ex presidente del país, Evo Morales, asilado allí, de “manifestaciones y actos” que incitan a la violencia en el país andino. “Las manifestaciones y actos efectuados por el señor Evo Morales contravienen su condición de asilado político”, ha denunciado el Ministerio de Exteriores de Bolivia.
La nota responde a una entrevista en video publicada esta semana por la agencia DPA en la que Morales asegura que sus simpatizantes estarán en las calles hasta que el “Gobierno de ‘facto’” que dirige Jeanine Áñez dé “garantías” de seguridad a todos los miembros de su partido político, el Movimiento Al Socialismo (MAS).
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