Una senadora de 32 años del partido socialista mayoritario de Bolivia debería ser la presidente del país, dijo el derrocado líder Evo Morales en una entrevista.
Mónica Eva Copa, del partido MAS de Morales, fue elegida líder por el Senado la semana pasada. Morales dice que eso la convierte en la jefa de Estado legítima, en lugar de Jeanine Áñez, cuyo reclamo a la presidencia interina ha sido reconocido por Estados Unidos y Brasil. Áñez y sus partidarios han comenzado una reestructuración agresiva de la política exterior del país para alinearla con los programas de líderes conservadores como el brasileño Jair Bolsonaro y el chileno Sebastián Piñera.
A Áñez “no le corresponde constitucionalmente”, dijo Morales a Bloomberg News en Ciudad de México el lunes. “No la reconoce el pueblo, por eso tantas manifestaciones”.
Bolivia ha estado en una agitación violenta desde que los opositores de Morales lo acusaron de tratar de manipular la votación presidencial del 20 de octubre. Renunció el 10 de noviembre junto con su vicepresidente y los jefes del Congreso, diciendo que es víctima de un “derecha golpista”.
Al menos 20 personas han muerto en enfrentamientos desde que se fue, a medida que las fuerzas de seguridad aplacan las protestas contra el gobierno de Áñez. Otros países de la región, desde Chile hasta Ecuador, han sido sacudidos por violentos disturbios en las últimas semanas, en medio de programas de austeridad y un débil crecimiento económico.
Áñez y sus aliados deberían ser investigados por la muerte de los manifestantes, que equivale a “genocidio”, asegura Morales.
Después de que Morales huyera a México, Áñez se declaró líder del Senado en una sesión del Congreso boicoteada por los aliados de Morales, que tienen una mayoría en ambas cámaras. Tanto Áñez como Mónica Eva Copa afirman ser la líder del Senado que, según la Constitución, se convertiría en presidente cuando el presidente regular y el vicepresidente estén ausentes.
Desde que asumió el poder, Áñez ha implementado políticas radicalmente diferentes a las de Morales, incluida la reducción de las alianzas del país con Venezuela y Cuba. Se ha comprometido a celebrar nuevas elecciones lo antes posible.
Morales dijo que no participará en las próximas elecciones y que rechazaría la candidatura, incluso si se le ofrece.
Morales ganó un cuarto mandato en las elecciones presidenciales del 20 de octubre, pero la Organización de Estados Americanos dijo que la votación no era confiable y estaba plagada de irregularidades. Renunció el 10 de noviembre después de tres semanas de protestas, tras perder el respaldo de las fuerzas de seguridad.
(Por Nacha Cattan, Bloomberg)
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