El diálogo propiciado en Bolivia por la Iglesia, la ONU y la UE avanza, pero todavía es frágil, sobre todo porque la violencia en las calles no cesa ni tampoco baja el tono del expresidente Evo Morales, en su cuenta de Twitter y en entrevistas a medios del exterior, así como el de algún representante del Gobierno de transición.
Bolivia se enteró al mediodía de este martes de un nuevo comunicado de las autoridades legislativas del MAS en el que anunciaron la suspensión de la sesión de la Asamblea, que había sido citada para tratar la elección de nuevos vocales del Tribunal Supremo Electoral y la convocatoria a comicios presidenciales. Debido a las intenciones de Morales y de Alvaro García Linera, hechas públicas en algunas entrevistas televisivas, de retornar al país si la mayoría parlamentaria de su partido rechazaba sus renuncias, en la oposición se dispuso la demanda de ilegalidad de esta convocatoria, ante el riesgo de que ambas autoridades, asiladas en México, recibieran en el Parlamento el aval de sus partidarios.
La suspensión de la sesión legislativa fue interpretada como una señal de que el diálogo impulsado por los mediadores entre el nuevo Gobierno y las exautoridades avanzó entre la noche del lunes y el martes.
Las conversaciones propiciadas por los facilitadores se realizaron en dos sedes y con distintos actores. Se separaron en dos grupos. Una de ellas se realizó en la sede de la Unión Europea y tuvo un alcance más informativo. En esta estuvieron los expresidentes Carlos Mesa, Jorge Quiroga, el excandidato Oscar Ortiz e, incluso, representantes políticos de partidos como el MNR, según refirió una fuente confiable.
El otro encuentro se realizó en la sede de la ONU, con el enviado especial para esta misión. Se supo que en él estuvieron como representantes del MAS los exministros Carlos Romero, Héctor Arce y Javier Zabaleta. También se habría sumado Eva Copa, la presidenta del Senado elegida por el partido de Morales, según otra fuente. “Ha quedado claro quiénes son finalmente los puentes de Evo Morales en el diálogo”, dijo un testigo del diálogo. En las otras 11 reuniones que hubo antes se tuvo a la senadora renunciante Adriana Salvatierra y a otros personajes del MAS.
Por el Gobierno transitorio participa como máximo representante el ministro de la Presidencia, Jerjes Justiniano Atalá.
Por otra vía, la presidente interina, Jeanine Añez, se reunió con representantes de la Central Obrera Boliviana (COB) para avanzar en la pacificación de las calles.
El segundo paso, igual de trascendental, es que la convocatoria a elecciones se encamine mediante una ley a ser aprobada en la Asamblea Legislativa y no mediante un decreto. También se procura que los plazos para conformar el nuevo Tribunal Supremo Electoral y tener un cronograma electoral sean razonables.
Entre los temas en los que buscan acuerdos estarían una ley solicitada por el MAS para garantizar que sus autoridades no sufran persecuciones políticas y la anulación del decreto que da a las FFAA las garantías de que sus acciones no serán penalizadas en sus intervenciones en las calles. El punto de mayor escollo es el pedido del retorno de Evo Morales a Bolivia.
En este momento las conversaciones están en etapa de consulta entre las autoridades del gobierno transitorio y las del MAS. Mientras tanto, en las últimas horas el portal digital urgente.bo difundió la versión de que los exministros Juan Ramón Quintana, Carlos Romero y Héctor Arce tramitaron un salvoconducto para salir de la embajada de México con rumbo al asilo en ese país. Pero la cancillería emitió un comunicado asegurando que no le ha concedido un salvoconducto a ningún ex funcionario del gobierno de Morales.
La noticia de un nuevo muerto en un enfrentamiento entre simpatizantes del MAS y la policía en El Alto puede perturbar nuevamente el complejo camino del diálogo.
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