El diálogo entre las distintas facciones políticas avanza en Bolivia y el Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Evo Morales, suspendió la convocatoria a Asamblea Legislativa para esta tarde.
En un comunicado, la Asamblea Legislativa Plurinacional expresó: “Por instrucciones de la ciudadana presidenta de la Asamblea Legislativa Plurinacional, Mónica Eva Copa Murga, se comunica a las senadoras, senadores, diputadas y diputados de la Asamblea Legislativa Plurinacional, que la décima tercera sesión ordinaria de la Asamblea, convocada para el martes 19 de noviembre, a horas 18:30, será suspendida a efectos de crear y contribuir a la generación de un ambiente propicio para el diálogo y la consiguiente pacificación de país”.
El ahora opositor MAS es pieza fundamental para avanzar en este proceso mediante el mecanismo legislativo, pero los intentos de diálogo no habían prosperado hasta ahora, ante lo cual actores políticos proponían la aprobación de un decreto supremo.
El diálogo, que fue alentado por la Unión Europea, la Iglesia Católica y actores políticos luego de que el ex presidente Evo Morales presentara su renuncia y abandonara el país para buscar asilo en México, no logró hasta el momento concertar una salida a esta crisis pero esta decisión del MAS es vista con optimismo.
Jeanine Áñez, que fue senadora opositora al Gobierno de Evo Morales, cumple este martes una semana como presidenta interina de Bolivia, un país que aún no alcanza la pacificación para poder llamar a nuevas elecciones generales.
Desde que asumió la Presidencia, Áñez ha recalcado que el suyo es un Gobierno de transición con dos objetivos: la pacificación de un país convulso desde las fallidas elecciones del pasado 20 de octubre y la convocatoria lo antes posible a unos nuevos comicios “transparentes”.
El avance hacia estos objetivos no depende sólo del Gobierno transitorio, sino en buena parte del Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales, que controla el Legislativo y cuyos seguidores mantienen bloqueos de carreteras y movilizaciones callejeras en varias regiones bolivianas en contra de Áñez.
Áñez asumió el martes 12 de noviembre la Presidencia interina de Bolivia, después de que como senadora activó el mecanismo sucesorio que dejó roto el entonces oficialismo, puesto que con Morales renunciaron todos los que constitucionalmente estaban habilitados para reemplazarlo.
La presidenta interina pertenece al partido Unidad Demócrata, que tiene solo 9 de 36 senadores, en un Parlamento con mayoría del partido de Morales.
El mismo martes, el Tribunal Constitucional explicó que aunque Áñez no tuviera el quórum necesario en el Parlamento, está respaldada por una interpretación del texto constitucional para casos de vacío de poder.
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