Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), reveló que dos ciudadanos argentinos se infiltraron en la misión que auditó las elecciones generales de Bolivia que se celebraron el pasado 20 de octubre.
Fuentes de la OEA le aseguraron a Infobae que los argentinos infiltrados son Santiago Eguren y Gerónimo Javier Ustarroz. Los dos hombres son cercanos al kirchnerismo. Eguren trabajó en la Dirección Operacional de Inteligencia contra el Terrorismo y Delitos contra el Orden Constitucional durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
“Nos enteramos que había dos espías argentinos en la misión de auditoría, no eran técnicos con capacidades electorales, es un despropósito, eso no se hace, es inmoral”, dijo Almagro, en una entrevista al diario Excelsior de México.
Los resultados de los comicios, que la oposición denunció por fraude y que luego un informe técnico de la OEA confirmó las irregularidades, generó un estallido social en Bolivia que obligó la renuncia de Evo Morales.
“Había mucha información confidencial, con pruebas testimoniales y personas a las que había que proteger. Esa información no la puede estar agarrando cualquier persona”, dijo el secretario general de la OEA.
Por otra parte, como ya lo había mencionado en otra ocasión, Almagro dijo que el ex presidente Morales tiró su legado político por la borda en su intento de cometer un supuesto fraude con la intención de permanecer en el poder.
“Nunca lo voy a entender, pero no lo voy a juzgar. Fue el primer presidente indígena y trabajó toda una construcción social”, dijo.
Además, el secretario general de la OEA sugirió que Evo Morales debe colaborar con la justicia boliviana para esclarecer los hechos que provocaron el estallido social.
“Es importante determinar las responsabilidades políticas. Es poco probable que se les haya ocurrido nada más a las autoridades del órgano electoral, es un esquema muy amplio”, dijo.
Según Almagro, cuando Morales se enteró de las conclusiones del informe de la OEA pidió que no se diera a conocer.
“Así no es como funciona, hay que hacerse responsable de lo que uno hizo”, dijo Almagro. “¿Cuántos procesos más como quería hacer como ese? Eso tenía que parar ahí”, dijo.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) contabilizó este sábado cuatro fallecidos más en las manifestaciones en Bolivia respecto a su balance de la víspera, totalizando en “por lo menos 23” los muertos desde el estallido de la crisis en octubre en este país.
La versión de uno de los argentinos acusado de espía por Luis Almagro
Gerónimo Ustarroz fue apoderado del Frente para la Victoria y es hermano de crianza de Wado de Pedro. Se sintió señalado por la acusación del secretario general de la Organización de Estados Americanos. En diálogo con Infobae, hizo su descargo: “Me invitaron, trabajé con ellos, participé de la auditoria y ahora dicen que soy espía, es una locura. No resiste el menor análisis. Las declaraciones de Almagro me parecen desatinadas y no se corresponden con la realidad”.
“Me llamó quien después estuvo a cargo de la misión, Cristóbal Fernández. Me dijo que le habían avisado de la secretaría general que nos contactaran para que participemos de la misión de la OEA. Me mandaron los pasajes, me fueron a buscar al aeropuerto, me pagaron el hotel y los viáticos. Tengo un cheque de 1.600 dólares de viáticos por los ocho días que estuve, firmado por ellos”, informó.
“Ellos sabían quién era yo -contestó-. No soy una persona pública, pero con googlear ya te das cuenta”. Lo primero que aparece en el buscador sobre Gerónimo Ustarroz es su cuenta de Twitter, donde manifiesta libremente su afinidad política, con especial énfasis en la provincia de Buenos Aires a través de publicación a favor del gobernador electo Axel Kicillof y el intendente de Mercedes Juan Ignacio Ustarroz, su hermano de sangre.
Contó que quienes participaron de la misión de la OEA en Bolivia se dividieron en cuatro áreas: trabajo de campo, informe estadístico, informe tecnológico y cadena de custodia, la seguridad de las actas. “Yo participé en concreto en el trabajo de campo. Estuve en el Tribunal Electoral de La Paz y en una dependencia del Tribunal Electoral Superior que escrutaba los votos de los bolivianos en el extranjero, que por cuestiones logísticas no se enviaban al resto de los departamento”, relató.
“La auditoría iba a estar el martes o miércoles, según los propios tuits de la OEA. Ellos mismos dicen que son doce días a partir del primer día. Veníamos trabajando para evaluar los informes y hacer el informe de auditoría final. Pero el domingo a las dos de la madrugada, el jefe de la misión me mandó un mensaje avisándome que iban a sacar un informe preliminar. Y ahí se desencadenó todo lo que se desencadenó”, contó. Los datos eran confidenciales y él no vio los cuatro informes técnicos que dieron sustento al informe preliminar de auditoría. Cree que se adelantaron sin evaluar las consecuencias y el impacto de su pronunciamiento.
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