El Gobierno de Rusia reconoció a Jeanine Áñez como “nueva líder” de Bolivia. Lo hizo a través de declaraciones del vicecanciller Serguéi Riabkov, quien evitó hablar de presidenta y sostuvo que en Moscú perciben “lo que precedió al cambio de poder como acciones que en realidad equivalen a un golpe de Estado".
“Nos dimos cuenta de que, cuando fue nombrada para este cargo, no había quórum pleno en el Parlamento, por lo que vemos aquí algunos puntos que, por supuesto, tenemos en cuenta. Pero está claro que será percibida como la líder de Bolivia hasta que la cuestión de un nuevo presidente se resuelva a través de elecciones”, expresó Riabkov. Los medios estatales rusos califican la declaración como un reconocimiento.
Ante un grupo de periodistas, el diplomático agregó: “Percibimos todo lo que precedió al cambio de poder como acciones que en realidad equivalen a un golpe de Estado. Esto nos recuerda una vez más que ciertas fuerzas utilizan métodos que van más allá de las normas legales para resolver sus propios problemas políticos".
En las últimas horas, Colombia y Guatemala reconocieron a Jeanine Áñez como presidenta interina de Bolivia. La decisión de los Ejecutivos de Iván Duque y Jimmy Morales se sumó a la de los gobiernos de Estados Unidos, Brasil y Reino Unido.
La Cancillería colombiana, en un mensaje divulgado en sus redes sociales, dijo que “a nombre del Gobierno colombiano, reconoce a Jeanine Áñez como presidenta interina de Bolivia y la acompaña en su propósito de avanzar hacia una pronta realización de elecciones libres, transparentes y con observación internacional”.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones exteriores guatemalteco manifestó: “El Gobierno de Guatemala reconoce a la señora Jeanine Añez como Presidente interina de Bolivia, a la vez que reitera su apoyo a todos los esfuerzos para el restablecimiento del orden constitucional y del Estado de Derecho en Bolivia”.
La dimisión de Evo Morales, quien dijo ser víctima de un “golpe cívico”, fue precedida de una cascada de abandonos de su gabinete ministerial y del presidente de la Cámara de Diputados, el oficialista Víctor Borda, al que siguió el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera.
La renuncia de Morales, primer presidente indígena de Bolivia, se originó por las violentas protestas tras las denuncias de fraude en las elecciones del pasado 20 de octubre, y horas después de haber convocado otros comicios, como recomendó la OEA.
Añez nombró un Alto Mando Militar en periodo de transición, como primera medida luego de asumir el cargo.
Al momento de tomar esa responsabilidad, el nuevo comandante de las Fuerzas Armadas, Carlos Orellana, llamó “a la calma a toda la población de Bolivia” para que se depongan actitudes “intransigentes”.
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