El peso chileno cae con fuerza este martes (-5,3%) y se negociaba en 800 unidades por dólar en las casas de cambio de Santiago, alcanzando su mínimo valor histórico, en medio de las masivas protestas sociales que se encaminan a cumplir cuatro semanas.
La moneda local había cerrado el lunes en 760 unidades frente al dólar, con un incremento de 40 pesos por dólar hacia el mediodía. Su menor valor histórico hasta la fecha se registró el 10 de octubre de 2002, cuando se cotizó en 761 pesos por dólar.
El peso chileno amplió su desplome tras casi cuatro semanas de fuertes protestas sociales y después de que el gobierno derechista de Sebastián Piñera emprendiera el camino hacia una nueva Constitución.
El 18 de octubre, cuando estallaron las protestas sociales el peso chileno se transaba en 709 unidades.
“Es una señal de inquietud que estamos siguiendo muy atentamente”, dijo el ministro de Hacienda, Ignacio Briones. La caída del peso “tiene impactos en los precios, la inflación, en toda la cartera de bienes que consumimos y marca una preocupación”, añadió.
La Bolsa de Comercio de Santiago caía un 3,38% pasado el mediodía.
En un comunicado, el Banco Central dijo que el descenso del peso era “esperable en un contexto de mayor incertidumbre como la observada”, pero destacó los “fundamentos de la economía”.
“Chile cuenta con un sistema financiero solvente, una baja exposición cambiaria de los agentes económicos, una situación fiscal sólida, un nivel adecuado de reservas internacionales y fondos soberanos, expectativas de inflación ancladas en 3% y una política monetaria que se ha ido adaptando oportunamente a las circunstancias”, explicó el instituto emisor.
El Banco Central agregó “en el ámbito político, en los últimos días se han producido avances relevantes en la forma de acuerdos transversales en materias tributaria y presupuestaria, que debieran reducir los niveles de incertidumbre actual”.
Nueva masiva jornada de protesta
Con barricadas incendiarias en varios puntos de Santiago y una multitudinaria marcha por una céntrica avenida capitalina se vivía este martes un llamado a paro general en Chile, convocado por un centenar de organizaciones sociales para presionar al gobierno de Sebastián Piñera para que profundice en las reformas sociales.
Las fogatas impidieron a primera hora el paso de vehículos en algunos accesos a Santiago y una gran marcha convocó a decenas de miles de personas por la céntrica avenida Alameda, cubierta en ambas calzadas por manifestantes que exigían la renuncia del mandatario derechista.
Con bombos, banderas chilenas y de las asociaciones gremiales que adhirieron a la protesta -principalmente entidades públicas- los manifestantes se agruparon en Plaza Italia, epicentro de las protestas, para luego marchar varias cuadras hasta la sede de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), pasando frente a la casa de gobierno.
También hubo protestas en otras ciudades de Chile como Arica, Antofagasta, Concepción, Rancagua y Valparaíso; esta última alberga al congreso nacional, que tuvo que suspender actividades.
El llamado a huelga general se produce a más de tres semanas de que estallaran las primeras protestas sociales, con ataques a la mitad de las estaciones del metro de Santiago, saqueos a tiendas y supermercados, y masivas manifestaciones callejeras.
La huelga fue convocada por la llamada “Mesa Social”, que reúne a más de un centenar de organizaciones sociales, entre ellas la Asociación Nacional de Empleados Fiscales (Anef), el Colegio de Profesores, trabajadores de la salud pública, empleados portuarios y de los aeropuertos.
Con información de AFP
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