El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) se reunió este martes para abordar la situación de Bolivia después de que el presidente, Evo Morales, haya dimitido y luego de que abandonara el país para trasladarse a México.
Quince países miembros pidieron la realización de nuevas elecciones “lo más pronto posible” en Bolivia, sacudida por la renuncia del presidente Evo Morales luego de tres semanas de violentas protestas por cuestionados comicios.
Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Guyana, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y Venezuela (representada por un delegado de Juan Guaidó), hicieron este llamado durante una reunión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA en Washington.
En una declaración, estas naciones instaron a que la definición de la Presidencia provisional en Bolivia se efectúe “urgentemente” según lo prevé la Constitución y las leyes bolivianas.
Y urgieron a que “se dé inicio al proceso de convocatoria a elecciones lo más pronto posible, con garantías expresas de que el proceso electoral sea desarrollado con justicia, libertad, transparencia y respeto a la voluntad soberana del pueblo boliviano”.
Poco antes del inicio de la sesión, se conoció la renuncia del embajador de Bolivia ante el organismo, José Alberto Gonzáles.
La reunión se celebra en la sede de la OEA en Washington a petición de Perú, Brasil, Colombia, Guatemala, República Dominicana y el autoproclamado Gobierno de Juan Guaidó en Venezuela, así como de Estados Unidos y Canadá
La OEA es un actor clave en la crisis política que estalló en Bolivia a raíz de las elecciones presidenciales celebradas el pasado 20 de octubre, en las que Morales se proclamó vencedor a pesar de que el candidato opositor, Carlos Mesa, denunció un “fraude gigantesco” del Gobierno para garantizar al líder indígena un cuarto mandato.
En este contexto, Morales accedió a que la OEA realizara una auditoría electoral cuyos resultados preliminares han confirmado irregularidades. Pese a ello, la OEA recomendó que el presidente se mantuviera en el cargo, al menos, hasta conocer el informe definitivo, que llegará este miércoles.
Sin embargo, la oposición, la Policía y las Fuerzas Armadas pidieron al presidente que dimitiera, algo que Morales hizo pero denunciando ser víctima de un “golpe de Estado político, cívico y policial”. Este lunes, Morales abandonó Bolivia en un avión con destino a México.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, emitió el lunes un comunicado en el que “rechaza cualquier salida inconstitucional” a la crisis en Bolivia y “llama a la pacificación y al respeto al Estado de Derecho”.
Además, Almagro pidió a la Asamblea Legislativa que se reúna “de forma urgente” para “asegurar el funcionamiento institucional y nombrar nuevas autoridades que garanticen un nuevo proceso electoral”.
La dimisión de Morales ha generado un vacío de poder porque también han renunciado su vicepresidente y los presidentes de Senado y Cámara de Diputados, a los que la Constitución encarga, por este orden, asumir el cargo de forma interina. Ahora, el Parlamento es el encargado de señalar al sucesor del mandatario.
Asimismo, Almagro subrayó la importancia de que “la Justicia continúe investigando las responsabilidades existentes respecto a la comisión de delitos vinculados al proceso electoral celebrado el 20 de octubre, hasta las últimas consecuencias”.
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