El líder opositor boliviano Luis Fernando Camacho ingresó este domingo a la Casa de Gobierno de La Paz y entregó una carta de renuncia que pretende que firme el presidente Evo Morales.
Estuvo acompañado por una multitud de ciudadanos que se manifestaron contra Morales pero ingresó a la vieja casa de gobierno de la Plaza Murillo junto al dirigente cívico de Potosí (sur) Marco Pumari. Además de la carta de renuncia dejó una Biblia y una bandera de Bolivia, tal como había prometido días atrás.
Cerca de las 18, hora argentina, Evo Morales renunció a la presidencia de Bolivia. La decisión fue anunciada después de que el comandante general de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman, y el de la Policía Nacional, Vladimir Calderón, le soliciten que dé un paso al costado para desactivar la crisis política y social.
Erigido en la voz opositora más relevante, Camacho exigió la renuncia de Morales para dar paso a un Gobierno de transición, y no solo un nuevo tribunal electoral, sino también la renovación del Supremo, el Constitucional y el Parlamento. Días atrás, era impensable creer que los opositores podrían llegar hasta la sede presidencial, pero la crisis ha escalado con numerosas renuncias.
En el momento de la entrega, Morales no se encontraba en el lugar: ya estaba en viaje rumbo a Cochabamba, su bastión cocalero. Minutos después de su llegada se conocería su decisión de renunciar a la presidencia.
Según declaró, el paro continuará hasta que el mandatario dimita. Una de las caravanas fue recibida a tiros en esta jornada, con un número indeterminado de heridos, al parecer por afines al mandatario, mientras que el sábado hubo más de treinta personas heridas en un ataque a otra flota de autobuses.
El líder opositor ha declarado que el informe presentado este domingo por la Organización de Estados Americanos (OEA), en el que revela importantes irregularidades en las polémicas elecciones del 20 de octubre “demuestran un claro fraude, que Evo Morales ha rotó el orden constitucional y debe renunciar”.
“La OEA ha demostrado que el fraude era tan grande que no podía ocultarse”, ha declarado en una comparecencia pública recogida por los medios bolivianos.
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