“Las FFAA,enmarcadas en la democracia y las leyes, garantizamos la unión entre compatriotas por lo que ratificamos que nunca nos enfrentaremos con el pueblo a quien nos debemos”, aseguró el comandante en jefe, Williams Kaliman.
En una conferencia de prensa junto todo el Alto Mando, compuesto por el jefe de Estado Mayor del Comando en Jefe, el Inspector de las FFAA y los comandantes de las tres fuerzas, agregó: “Siempre velaremos por la paz, convivencia entre hermanos y el desarrollo de nuestra patria”.
Finalmente exigió que “los problemas generados en el ámbito político deben ser solucionados en el marco de los más altos intereses de la patria antes de llegar a momentos irreversibles”.
Tensión máxima
Bolivia continúa este sábado bajo tensión máxima, con una convocatoria del partido gobernante a ocupar las calles de La Paz para defender la reelección del presidente Evo Morales, mientras se extendían los motines policiales que estallaron en la víspera.
La rebelión comenzó el viernes en la tarde en las fuerzas especiales (UTOP) de la policía en la ciudad central de Cochabamba y se expandió inicialmente a los comandos de la policía de Sucre (sur, la capital de Bolivia) y Santa Cruz, la rica región del oriente del país y bastión opositor. Durante la noche del viernes al sábado la rebelión de los agentes se extendió a las demás regiones (son nueve), salvo La Paz y Pando (norte, en la frontera con Brasil y Perú), según medios locales.
Sin embargo, los agentes de la UTOP de La Paz que mantenían restringido desde hace semanas el acceso a la Plaza Murillo, donde está la casa de gobierno, se retiraron a su cuartel el sábado en señal de apoyo a los motines, observó un reportero de la AFP. El sector seguía custodiado únicamente por oficiales y suboficiales de la unidad. Los motines policiales se desataron mientras la oposición estaba en las calles exigiendo la renuncia de Morales tras su reelección para un cuarto mandato en los cuestionados comicios del 20 de octubre.
El mandatario izquierdista indígena respondió denunciando un golpe de estado “en marcha”. “Nuestra democracia está en riesgo por el golpe de Estado que han puesto en marcha grupos violentos que atentan contra el orden constitucional”, tuiteó el viernes en la noche.
El ministro de Gobierno (Interior), Carlos Romero, dijo el sábado que está en marcha una "movilización de carácter política (que) trasciende el orden constituyente (y) pretende vulnerar la institucionalidad", mientras que la cancillería publicó un comunicado denunciando que los líderes opositores "impulsan un plan de golpe de Estado".
La rebelión policial estalló mientras el líder regional Luis Fernando Camacho, erigido como el rostro más visible y radical de la oposición, buscaba aliados para acudir el lunes a llevarle una carta de renuncia a Morales, que espera que firme. Camacho, abogado de 40 años y líder del Comité Cívico Pro Santa Cruz, agradeció a los agentes y pidió a “la familia militar” que cumpla su “compromiso con el pueblo boliviano”.
Morales, de 60 años, se niega a renunciar y afirma que los comicios fueron limpios, haciendo oídos sordos a los reclamos que lo acusan de buscar ganar tiempo al aceptar una auditoría de la Organización de Estados Americanos (OEA) a las elecciones.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: