El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, liberado tras pasar 580 días en la cárcel condenado por corrupción, pronunció este sábado otro duro discurso contra los fiscales de la investigación del Lava Jato, el ex juez Sergio Moro y el presidente Jair Bolsonaro. “Estoy de vuelta”, dijo, ante los aplausos de los militantes. “Tengo más coraje para luchar que cuando me fui de aquí”.
El líder del Partido de los Trabajadores utilizó parte del discurso para atacar la política económica del gobierno, especialmente la reforma de las pensiones. En otra parte se defendió de los cargos en su contra en el marco de la investigación sobre corrupción Lava Jato y sus condenas en los tribunales. “Este es nuestro país”, dijo después de referirse al gobierno federal como milicia.
Lula se dirigió a las personas que le saludaron a su llegada a la sede del sindicato de los metalúrgicos en que se atrincheró en abril de 2018, cuando se ordenó su prisión. Anteriormente se reunió con la dirección del Partido de los Trabajadores (PT), reunida en Sao Bernardo do Campo para recibir a su fundador y máximo líder.
“Queridos compañeros, ustedes no tienen dimensión de lo que significa el día de hoy para mi”, comenzó Lula, flanqueado por la presidenta del Partido de los Trabajadores Gleisi Hoffmann, el líder del partido en la Cámara Paulo Pimenta y el ex candidato presidencial del PT Fernando Haddad.
Lula dedicó a sus seguidores sus primeras palabras, pero tras un agradecimiento inicial por la “solidaridad” mostrada, aseguró que al ir a la cárcel actuó como quien “tiene claridad sobre lo que quiere en la vida y lo que representa, y también tiene la claridad de que sus captores están mintiendo”.
El mandatario criticó la presencia de la televisión O Globo, que estaba sobrevolando el acto y respondió a las solicitudes de la audiencia para besar a su novia, la socióloga Rosangela da Silva, Janja, “con quién me voy a casar”. “Más tarde, más tarde”, dijo Lula.
Lula se refirió también a su ingreso en la cárcel hace 19 meses. “Muchos de ustedes no querían que yo fuera preso el día 7 de abril del año pasado. Yo tuve que persuadirlos del papel que tenía que cumplir", afirmó. “Si hubiese salido de Brasil, sería tratado como un fugitivo”, agregó Lula. No obstante, admitió que tiene todavía una decena de procesos, que calificó de “una mentira tras otra”, y apuntó que sigue con “la conciencia tranquila” y se siente “libre como un pajarito”.
Lula aseguró que eso mismo no ocurre con el ahora ministro Moro, con los fiscales que le acusaron y con el propio presidente Jair Bolsonaro, líder de la ultraderecha y su principal antagonista en la política brasileña.
“Yo quería prepararme para no tener sed de venganza”, dijo Lula. “Duermo con la conciencia tranquila de los hombres justos y honestos” y “dudo que Moro duerma así, que los fiscales duerman así, que Bolsonaro duerma así”, expresó Lula.
Críticas a Moro, a los fiscales del Lava Jato y a Jair Bolsonaro y sus hijos
Sergio Moro, el ex juez y hoy ministro de Justicia que le condenó en su momento, fue uno de los más apuntados por las críticas de Lula. “Tomé la decisión de ir a la Policía Federal, podría haber ido a una embajada, podría haber ido a otro país, pero tomé la decisión de ir allí, porque necesitaba demostrar que el juez Moro no era un juez, sino un sinvergüenza”, dijo Lula.
El petista también atacó al abogado de la República Deltan Dallagnol, jefe del grupo de trabajo Lava Jato en Curitiba. “Necesitaba demostrar que Dallagnol no representa al fiscal, que es una institución seria. Creó una pandilla”.
Asimismo, Lula se refirió al presidente Jair Bolsonaro. “No sé si se dieron cuenta ayer, en un acto fallido del discurso de Bolsonaro, confesó que le debía las elecciones a Moro. De hecho, se las debe a Moro, se las debe a los jueces que me juzgaron y se las debe la campaña de noticias falsas y mentiras que acabaron con el camarada Fernando Haddad y contra la izquierda en ese país ".
“Hay personas que dicen que es necesario derribar a Bolsonaro, hay personas que hablan sobre el juicio político. Miren, este ciudadano fue elegido. Democráticamente aceptamos el resultado de la elección. Tiene un mandato de cuatro años. Ahora, fue elegido para gobernar para el pueblo brasileño y no para gobernar a los milicianos de Río de Janeiro”, afirmó, al vincular al actual presidente con las milicias paramilitares. “Tenemos que tomar la siguiente decisión, este país tiene 210 millones de habitantes y no podemos permitir que la milicia destruya el país que construimos”, dijo.
"Este ciudadano que nunca trabajó, que dice que no es político, pedí una encuesta para saber cuántos discursos pronunció Bolsonaro contra mi gobierno. Nunca pronunció un discurso, solo podía ofender a las mujeres, los negros y las personas LGBT. Quiero saber por qué este ciudadano que se jubiló muy joven quiere jubilar a los trabajadores brasileños ", dijo Lula, refiriéndose a Bolsonaro.
“Dudo que tu Bolsonaro duerma con la misma conciencia tranquila con la que yo duermo”, agregó. “Dudo que el ministro destructor de sueños, destructor de empleos y empresas públicas llamado Guedes, duerma con la misma conciencia tranquila con la que yo duermo. Y quiero decirles: Estoy de vuelta, estoy de vuelta”, afirmó Lula, quien además adelantó su intención de hacer “un pronunciamiento al pueblo brasileño de aquí a 20 días”.
Lula dijo que en 2022 la izquierda vencerá a la ultraderecha de Bolsonaro. “Estoy seguro de que si tenemos el ingenio y sabemos cómo funcionar bien en 2022, la izquierda de la que Bolsoanro tiene tanto miedo va a derrotar a la ultraderecha que nosotros tanto queremos derrotar”, aseguró.
Lula criticó la reunión de Bolsonaro con el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, quien fue alabado por el presidente brasileño. “Este príncipe mató y descuartizó y castigó a un periodista”, dijo , en referencia ala muerte del periodista saudita Jamal Khashoggi, crítico del gobierno y columnista del Washington Post. El periodista fue asesinado y descuartizado después de ingresar al consulado saudí en Estambul, y sus restos nunca fueron encontrados.
Las criticas también alcanzaron a los hijos de Bolsonaro. “Este país no merece el gobierno que tiene. Este país no merece un gobierno que le diga a sus hijos que mientan todos los días a través de noticias falsas”, dice Lula, refiriéndose a los hijos del presidente, el senador Flavio, el diputado federal Eduardo y el concejal Carlos.
Pedido por Marielle Franco
Lula habló además del asesinado de la activista y concejala de Río de Janeiro Marielle Franco. “Debe haber una investigación seria para que sepamos quién mató a nuestra guerrera llamada Marielle”, dijo Lula. El fiscal de Río de Janeiro investiga las circunstancias de la entrada de Élcio de Queiroz, acusado de estar involucrado en el asesinato de la concejal Marielle Franco, en el condominio donde el otro acusado del crimen, el ex oficial de policía militar Ronnie Lessa. El presidente Jair Bolsonaro tiene una casa en el mismo condominio en Barra da Tijuca, al oeste de Río de Janeiro.
Luego, Lula se refirió a su situación tras salir de la cárcel. “Mi sueño no es resolver mis problemas", dijo. "Hoy soy un tipo que no tiene trabajo, el presidente no tiene jubilación, no tengo televisión en mi departamento, toda mi vida está bloqueada”.
No obstante, aseguró: “Este joven con cara de 20 años, energía de 30 y experiencia de 70 estará en la calle junto a ustedes, para no dejar destruir nuestro país”.
“Tenemos que seguir el ejemplo de los pueblos de Chile y de Bolivia"
El ex mandatario brasileño también se refirió a las recientes protestas en Chile y en Bolivia y al resultado de las elecciones en Argentina.
“Vimos lo que está pasando en Chile”, dijo. “Chile es el modelo de país que Guedes quiere hacer aquí”. Mientras que sobre Bolivia comparando la elección de Evo Morales con la reelección de Dilma Rousseff en 2014 y dijo que que “la derecha no quiere aceptar el resultado. Todavía”.
Lula afirmó que los brasileños deberían seguir el ejemplo de Chile y Bolivia.
“Tenemos que seguir el ejemplo de los pueblos de Chile, de Bolivia, tenemos que resistir. No es resistir, es atacar, defendernos, la gente está muy tranquila".
Sobre Argentina, Lula celebró que Cristina Kirchner y Alberto Fernández “vencieron” a Macri en Argentina.
Lula fue recibido por cientos de personas que se aglomeraron en la sede del sindicato metalúrgico de Sao Bernardo do Campo, ciudad vecina a Sao Paulo en la que inició, como líder obrero, la vida política que le llevó finalmente a la Presidencia, en 2003.
En ese mismo edificio sindical Lula permaneció dos días, rodeado por una multitud y antes de entregarse, cuando en abril de 2018 la Justicia ordenó su prisión en su contra, toda vez que su condena por corrupción había sido ratificada en la segunda instancia.
El ex mandatario enfrenta una condena de ocho años, pero dejó la cárcel este viernes gracias a una decisión de la Corte Suprema, que determinó que una pena no puede ser ejecutada mientras exista la posibilidad de apelaciones, como ocurre en su caso y con cerca de 5.000 presos por los más diversos delitos.
Para los investigadores del Lava Jato, la mayor investigación contra la corrupción en Brasil, la medida fue un duro golpe.“La decisión de revertir la posibilidad de arresto en segunda instancia está en contradicción con el sentimiento de repudio a la impunidad y la lucha contra corrupción, las prioridades del país”, señalaron los fiscales de la Lava Jato en un comunicado divulgado en la noche del jueves tras conocer la decisión de la Corte. “La existencia de cuatro instancias de juicio, propias de Brasil, asociadas con el número excesivo de apelaciones que superan el centenar en algunos casos penales, resulta en demoras y prescripción, lo que lleva a la impunidad”, agregaron.
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