El Sistema de Naciones Unidas en Bolivia ha hecho un llamamiento al Gobierno y a la oposición a emprender un diálogo para zanjar la crisis desatada por la reelección del presidente, Evo Morales, con el objetivo de “evitar más muertes y recuperar la paz”.
La ONU ha expresado su “profunda consternación e indignación” por la muerte de un joven durante los enfrentamientos que se produjeron el miércoles en la ciudad de Cochabamba entre simpatizantes y detractores de Morales, que dejaron también cerca de 90 heridos. Otras dos personas murieron la semana pasada en incidentes similares en Santa Cruz.
“El Sistema de Naciones Unidas en Bolivia condena enérgicamente el fallecimiento de una tercera víctima de la intolerancia y violencia que continúan en el país (...). Nada justifica el enfrentamiento entre bolivianas y bolivianos y es absolutamente inconcebible la muerte de ciudadanos”, ha dicho la ONU en un comunicado.
La organización internacional ha reclamado la Policía, la Fiscalía y las autoridades judiciales "que investiguen, procesen y sancionen a la brevedad posible a las personas responsables de estos atroces crímenes".
Asimismo, ha rechazado "la violencia y trato inhumano ejercido sobre la alcaldesa del municipio de Vinto", Patricia Arce, que estuvo retenida durante una hora por manifestantes opositores, "al igual que las agresiones realizadas a otras mujeres, hombres, jóvenes y niños".
“Naciones Unidas recuerda a las autoridades competentes que es su deber garantizar, en todo momento, el respeto, protección y garantía de los Derechos Humanos de todos los bolivianos y les exhorta a que actúen preventivamente ante cualquier acto de violencia”, ha pedido.
En este contexto, ha reiterado "enfáticamente" su llamamiento a "todos los actores políticos" a "reducir de manera inmediata las tensiones políticas y desestimar completamente cualquier manifestación violenta que pueda poner en riesgo la integridad y la vida de las personas".
"El Sistema de Naciones Unidas en Bolivia reitera su absoluto rechazo a cualquier forma de violencia y hace un llamado inexorable al diálogo como única vía para evitar más muertes y recuperar la paz", ha insistido.
CRISIS ELECTORAL
Las protestas en Bolivia estallaron la misma noche de las elecciones presidenciales celebradas el pasado 20 de octubre por la suspensión repentina de la transmisión de los resultados oficiales justo cuando obligaban a una segunda vuelta entre Morales y el candidato opositor Carlos Mesa.
Cuando se retomó, casi 24 horas después, concedían la victoria en primera vuelta a Morales, por lo que Mesa ha denunciado un "fraude gigantesco". Ambos llamaron a la movilización de los suyos, lo que ha derivado en disturbios. Al menos tres personas han muerto y más de 190 han sido detenidas en estas dos semanas.
En este contexto, Morales ha accedido a que la OEA, apoyada por países como España, México o Perú, realice una auditoría electoral de carácter vinculante. Mesa, en cambio, no la acepta porque dice que es fruto de un acuerdo unilateral entre el Gobierno y el bloque hemisférico sin tener en cuenta a la oposición.
Con información de EuropaPress
MÁS SOBRE ESTE TEMA: