Luego de una jornada de violencia en distintos puntos del país -que dejó un muerto y decenas de heridos-, el ministro de Defensa de Bolivia, Javier Zavaleta, alertó de que la situación se desmadre aún más. “Estamos a un paso de que esto se descontrole totalmente y empecemos a contar los muertos por docenas”, afirmó en diálogo con el programa “Que No Me Pierda”, de Red Uno.
“Ahora lo que debería interesarnos a todos nosotros es que mañana (por este jueves) esto no termine en una sangría”, agregó el funcionario del gobierno de Evo Morales al ser consultado por los serios incidentes que se estaban viviendo anoche en El Alto y La Paz. En total, hay tres víctimas mortales entre las personas que salieron a protestar por la re-reelección de Morales, tildada de fraudulenta por el candidato rival, Carlos Mesa, y diversos organismos cívicos a lo largo de todo el país.
Zavaleta afirmó que “están abiertas todas las vías pacíficas" que lleven a resolver la crisis. Sin embargo, advirtió que el oficialismo no dialogará con el líder cívico Luis Fernando Camacho porque consideran que él "organiza a sus seguidores para hacer uso de la violencia”.
“El Gobierno está realizando todos los esfuerzos para la pacificación”, añadió, al tiempo que acusó a Camacho de “insistir a su militancia de enfrentar al Estado”.
Respecto al cerco que realizaron seguidores del oficialista MAS en el aeropuerto de El Alto, que no permitieron la salida de los pasajeros ante la llegada de Camacho, sostuvo que “podrían mandar a la policía” para pedir que se tranquilicen, y enfatizó que no estaba en peligro la vida de los viajeros. “No hay forma de que esto llegue a una resolución pacífica si es que este señor (Luis Fernando Camacho) no baja ese nivel de beligerancia”, concluyó.
La Paz y su vecina El Alto registraron anoche incidentes entre defensores y contrarios a Morales, en una nueva jornada de disturbios en la crisis por la que atraviesa el país tras las elecciones. Los incidentes en ambas ciudades se prolongaron hasta la medianoche, con choques con la Policía, que empleó gases lacrimógenos para dispersar a los violentos.
El centro de La Paz fue el escenario de los enfrentamientos en una zona cercana a la sede del Gobierno de Bolivia, donde el martes en la noche también hubo protestas con una decena de heridos. Esta vez los disturbios se produjeron entre grupos de universitarios que exigen la renuncia del presidente, al que acusan de fraude a su favor en las elecciones del 20 de octubre, y mineros que defienden la victoria de Morales para un cuarto mandato.
Las protestas que se suceden en Bolivia desde el día siguiente a las elecciones, cuando oposición y comités cívicos denunciaron fraude electoral, dejaron este miércoles un fallecido, el tercero desde el estallido de violencia en el país. Un joven de 20 años perdió su vida en un hospital de la ciudad de Cochabamba, en el centro del país, tras sufrir graves heridas en enfrentamientos. La jornada fue la más violenta desde que dos hombres murieron la semana pasada en choques entre afines y contrarios a Morales en la ciudad oriental de Montero.
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