Hubo cuatro reuniones en las que el abogado “de cabecera” de la famila de Luis Fernando Camacho, el mayor opositor cívico al presidente Evo Morales, barajó con enviados del Gobierno alternativas de entrega de una polémica carta de renuncia del mandatario boliviano, como lo aprobó un nuevo y multitudinario cabildo del lunes pasado en Santa Cruz de la Sierra, en medio de la convulsión social que vive Bolivia hace ya más de dos semanas.
El propio jurista Jerjes Justiniano Atalá fue quien reveló que entre las 6:00 y las 7:45 de la madrugada del martes, cuando estaba retenido junto a Camacho y otros dirigentes en el aeropuerto internacional de El Alto, tuvo encuentros dos veces con un representante del Ministerio de Gobierno y otras dos veces con el Viceministro de Régimen Interior, a quienes les dejaron clara la decisión de que sólo aceptaban que sea el presidente del Comité pro Santa Cruz quien baje de El Alto a La Paz para entregar directamente y en persona en la Casa Grande del Pueblo la misiva al primer mandatario. “Les dijimos que nos quedaríamos en el aeropuerto las horas que fuesen necesarias hasta que existan las condiciones para que baje a la ciudad Luis Fernando Camacho. Nos dieron otras opciones pero no aceptamos”, relató el abogado, que fue uno de los ocho integrantes de la delegación que quedaron retenidos durante casi diez horas en una sala de la terminal aeroportuaria debido a que una turba de personas afines al partido de Evo Morales bloqueó todos los accesos de entrada y salida, además que ocupó una parte interna de la infaestructura para impedir, bajo amenazas de muerte, que Camacho baje a la ciudad para entregarle a Evo Morales una carta redactada con su renuncia a la Presidencia de Bolivia.
Este fue uno de los momentos de mayor incertidumbre que vivieron durante la permanencia en el aeropuerto, de donde fueron evacuados de vuelta a Santa Cruz de la Sierra en una avioneta de la Fuerza Aérea Boliviana, en una acción secreta que se llamó supuestamente “operación guerra”.
Fue el segundo intento frustrado de Luis Fernando Camacho de ingresar a La Paz, aunque esta vez mucho más tenso por el número de seguidores de Evo Morales que llegó al lugar a hostigarlo con gritos de “racista”. El dirigente cívico y su comitiva permanecieron desde las 22:30 del lunes hasta pasadas las 8:30 retenidos. “Como ya había ocurrido la semana pasada en El Alto una vez y otra en el aeropuerto de Trinidad (Beni), donde también no pudo entrar, se intentó ahora ingresar sigilosamente, sin que casi nadie sepa. Sin embargo, circuló información en las redes sociales de los grupos del partido del Gobierno sobre el viaje. Incluso se distribuyeron fotos de las cámaras de seguridad cuando Camacho pasaba la zona de preembarque. Fueron cinco minutos que demoramos en entrar al avión en Santa Cruz y 53 minutos de viaje y ya habían viralizado la información. En menos de 50 minutos los seguidores de Evo Morales organizaron a su gente y la enviaron al aeropuerto. Cuando llegamos a El Alto, el propio director del aeropuerto nos retuvo una media hora a propósito, ya que se estaban organizando afuera para cortar las salidas. Nos hizo ir por una puerta y por otras, con el argumento de seguridad. A la medianoche nos alojaron en una sala de espera y ahí estuvimos hasta la hora que decidieron sacarnos”.
El Ministro de Gobierno, Carlos Romero, relató que alrededor de las 8 de la mañana la Policía fue rebasada por una masa de personas movilizadas para dar con Camacho, lo que obligó a un operativo secreto de salvataje en una avioneta. Durante toda la madrugada habían no sólo hecho vigiia, sino requisaron cada vehículo que salía del aeropuerto en búsqueda de Camacho. Incendiaron llantas a lo largo de la principal ruta de acceso y en algún momento comenzaron a controlar el paso de viajeros, a los que les exigieron la cédula de identificación. Incluso se difundieron videos en los que se ve a una mujer que fue conminada a arrodillarse y no cruzar porque en su cédula está registrado como origen de nacimiento la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, el lugar de nacimiento de Camacho y donde se realiza la mayor protesta contra el presidente Morales desde hace unas dos semanas. También un periodista de origen cruceño fue retenido unos minutos bajo la consigna de que era de esa ciudad.
De acuerdo a una denuncia del propio Luis Fernando Camacho, fue el propio director del aeropuerto de El Alto quien avisó a los seguidores de Evo Morales, que ocuparon el lugar para impedir que baje a La Paz de que el dirigente cívico seguía en el lugar con su comitiva. Se hizo creer mediante una publicación en las redes sociales del líder cívico cruceño que ya habían eludido los bloqueos y se encontraban en un lugar de La Paz, con el fin de desmovilizarlos. Sin embargo, habría sido el propio jefe aeroportuario quien difundió otras fotos de ellos dentro de una sala y que hizo permanecer a los bloqueadores, según la propia denuncia de Camacho y de su abogado.
Sospechan de que todo fue planificado entre personal de partido de Gobierno para evitar que el presidente del Comité pro Santa Cruz llegue a entregar en persona a Evo Morales la carta de renuncia, en medio de la convulsión social. El ministro Carlos Romero dijo en una conferencia de prensa posterior que no fue prudente que Camacho y su delegación lleguen a La Paz en medio del contexto del conflicto social, cuando personas, sobre todo de la ciudad de El Alto, se sintieron ofendidas porque atribuyen que en las protestas de Santa Cruz se han dado “actos racistas”contra las personas del interior del país.
Los evacuaron sin saber destino
El abogado Jerjes Justiniano Atalá, que fue uno de los retenidos junto a Camacho, relató que después de 20 minutos de sostener las cuatro reuniones sin éxito con los enviados del Gobierno al aeropuerto, ingresaron al lugar unos 20 efectivos policiales con escudos y chalecos antibalas para indicarles que afuera la turba había rebasado la seguridad del aeropuerto y que debían salir. “Les dijimos que no nos moveríamos, pero los policías nos reflexionaron con mucha contemplación y buena educación a desalojar, diciéndonos que pensemos más en el futuro que en el presente. Nos subieron a un bus e incluso le expresaron su simpatía a Camacho. Llegamos a un hangar de la Fuerza Aérea y vimos una avioneta. Les dije que no íbamos a subir, pero Luis Fernando Camacho pidió que no hagamos problema. Ahí fue que subimos a la nave con rumbo desconocido. Le preguntamos al capitán sobre el destino y respondió solo que era una operación militar. A los 15 minutos de vuelo preguntamos al asistente dónde íbamos y dijo que a Santa Cruz”, relató el abogado Justiniano.
También cuestionó que el Gobierno los haya privado de la voluntad de permanecer o de ir a algún lugar. “Llama la atención que nos suban a un avión y nos manden de vuelta donde se les ocurra. Es una restricción de la libertad de los ciudadanos. Fuimos donde no queríamos ir. Se dispuso de un vuelo charter, que seguramente le costó dinero al Estado, pero pudo ser más barato subirnos a un helicóptero, llevarnos a la zona sur de La Paz y que sigamos nuestra ruta. Sin embargo, la consigna era evitar que Camacho llegue a la ciudad”, afirmó Justiniano.
Por los sucesos ocurridos entre el lunes y el martes, el presidente del Comité pro Santa Cruz le ha encargado a su abogado abrir tres demandas judiciales. La primera es contra el director del aeropuerto de El Alto, la segunda es por la falta de seguridad de la terminal y la tercera es contra el ministerio de Gobierno, por impedir la libertad de locomoción. Esta última consiste en una acción constitucional de libertad para que el caso no vuelva a ocurrir, dijo.
Luis Fernando Camacho ha anunciado un nuevo viaje de Santa Cruz a La Paz este miércoles a las 14:30, en el que volverá a insistir en llegar a la sede de Gobierno para entregarle la carta de renuncia a Evo Morales. Lo hará horas antes a un nuevo cabildo nacional que pedirá en La Paz la dimisión del Presidente de Bolivia, en medio de un creciente clima de violentos enfrentamientos ocurridos en las horas recientes entre la Policía, los opositores y los que apoyan al mandatario.
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