El líder indígena Paulo Paulino Guajajara murió y un compañero fue herido en una emboscada de madereros en Maranhao, en el noreste de Brasil, informaron este sábado autoridades regionales.
“Los guardianes Paulino y Laércio [Guajajara] se habían alejado de la aldea para buscar agua cuando fueron cercados por por lo menos cinco hombres armados”, informó en Twitter la secretaría de Derechos Humanos de la gobernación de Maranhao.
Paulino y Laércio formaban parte de “Guardianes de la selva”, un grupo de más de un centenar de indígenas guajarara creado para proteger sus territorios de invasiones en ese estado brasilero escenario de enfrentamientos por tierras.
La gobernación informó que un maderero está desaparecido. Versiones extraoficiales afirman que murió en la emboscada.
El ataque ocurrió la noche del viernes en el territorio indígena Arariboia, localizado a unos 500 kilómetros de Sao Luís, capital del estado, precisaron las autoridades.
Según la organización Survival Internacional, Paulo Paulino Guajajara, también conocido como Kwahu Tenetehar, recibió un disparo en el cuello y murió en la selva, mientras que su compañero Laércio, conocido como Tainaky Tenetehar, recibió un tiro en la espalda y otro en el brazo, pero consiguió escapar.
El ministro de Justicia, Sergio Moro, afirmó que la policía investigará el asesinato.
“No ahorraremos esfuerzos para llevar los responsables por este crimen grave a la justicia”, dijo a través de Twitter, mientras que su asesoría informó que un equipo policial se prepara para ir a la región.
“Paulino y Laércio son las víctimas más recientes de un Estado que se recusa a cumplir lo que determina la constitución”, dijo en una nota de pesar la ONG Greenpeace.
“Repudiamos toda la violencia generada por la incapacidad del Estado de cumplir su deber de proteger este y todos los territorios indígenas de Brasil”, agregó la organización.
La investigadora de Survival International, Sarah Shenker, quien estuvo en abril en la región, explicó que el trabajo de los guajajara es importante para proteger a otros indígenas de la zona como los awá, que viven aislados.
“El gobierno brasileño tiene que aceptar que es su responsabilidad proteger esas tierras. Que no lo hagan, su ausencia allí, es lo que empuja a los guardianes a asumir esta defensa, un trabajo muy duro y peligroso”, dijo Shenker a la AFP.
Otros tres guardianes han fallecido en ataques anteriores.
Kwahu trabajaba con mucha determinación a pesar “de recibir constantes amenazas de muerte”, agregó Shenker, señalando que en el contexto político de Brasil, los indígenas se mantendrán en pie de lucha.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, defiende la explotación comercial de tierras indígenas y áreas preservadas.
“Es hora de parar ese genocidio institucionalizado. ¡Paren de autorizar el derrame de sangre de nuestro pueblo!”, se pronunció en Twitter después del crimen Sonia Guajajara, coordinadora de la Asociación de Pueblos Indígenas de Brasil.
Con información de AFP
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