El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, invitó este martes al opositor Carlos Mesa a sumarse a la auditoría prevista por la Organización de Estados Americanos (OEA) para despejar dudas sobre las sospechas de fraude electoral.
García Linera compareció en la sede del Gobierno boliviano en La Paz, donde inicialmente estaba anunciado que sería el presidente del país, Evo Morales, quien hablaría ante los medios.
El vicepresidente defendió que Evo Morales ganó los comicios del pasado 20 de octubre “claramente”, con una “mayoría abrumadora” sobre Mesa.
Morales venció con el 47,08 por ciento de los votos, frente al 36,51 del ex presidente Mesa (2003-2005), con un margen del 0,57 por ciento para evitar una segunda vuelta.
La ley electoral exige el 50 por ciento de los votos más uno o el 40 con 10 puntos de ventaja sobre el segundo para vencer en primera vuelta, pero cuando no se logran estos porcentajes, se va a segunda ronda entre los dos más votados. Álvaro García Linera subrayó que el presidente obtuvo más de 640.000 votos por encima de su rival.
El censo electoral era de unos 7,3 millones de electores, con voto obligatorio para residentes en el país, casi 7 millones, y voluntario en el exterior.
García Linera recalcó que Evo Morales, del gubernamental Movimiento al Socialismo, es “nuevo presidente” para la gestión 2020-2025, frente al “candidato perdedor”, Carlos Mesa, de la alianza Comunidad Ciudadana. El vicepresidente acusó al opositor de realizar “un esfuerzo violento, terrible”, para desconocer la victoria del oficialismo. Al respecto, denunció una “campaña de agresiones” instigada por Mesa, con “quema ánforas” o urnas de votación.
Los días siguientes a la jornada electoral hubo asaltos a sedes regionales del órgano electoral, con incendios en algunas de ellas. En este punto, reclamó a Mesa “que se sume” a la auditoría prevista por la OEA con apoyo de México, Paraguay, Perú y “otras naciones hermanas”, como “la mejor manera de aclarar dudas”.
“Esperamos una respuesta rápida y afirmativa del candidato perdedor”, concluyó en una breve comparecencia, sin preguntas de los periodistas.
La situación en Bolivia está cada vez más polarizada entre defensores y detractores de Evo Morales, con movilizaciones en contra y a favor que este pasado lunes fueron multitudinarias en La Paz y la vecina ciudad de El Alto.
El país vive este martes una nueva jornada de paros, en la que están convocados bloqueos en las principales ciudades por parte de oposición y movimientos cívicos, mientras que el oficialismo llama a responder con movilizaciones en defensa de la victoria electoral de Morales. Al menos cinco personas resultaron este lunes heridas por proyectiles de arma de fuego en la ciudad oriental de Santa Cruz durante las protestas.
(Con información de EFE)
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