“Vivir Sin Miedo”, el plebiscito que se vota en Uruguay en simultáneo a las elecciones presidenciales

Esta propuesta, que logró más de 405.000 firmas, plantea crear una Guardia Nacional con 2.000 militares para participar en la seguridad ciudadana junto a la Policía, permitir allanamientos nocturnos, negar la libertad anticipada a prisioneros culpables de determinados delitos y la pena de reclusión permanente revisable

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Elecciones en Uruguay (Eitan ABRAMOVICH / AFP)
Elecciones en Uruguay (Eitan ABRAMOVICH / AFP)

Uno de los focos de la votación de este domingo está en el plebiscito “Vivir Sin Miedo”, impulsado por el senador del Partido Nacional (PN) Jorge Larrañaga, que busca reformar la Constitución con artículos centrados en la seguridad pública.

Esta propuesta, que logró más de 405.000 firmas, plantea crear una Guardia Nacional con 2.000 militares para participar en la seguridad ciudadana junto a la Policía, permitir allanamientos nocturnos, negar la libertad anticipada a prisioneros culpables de determinados delitos y la pena de reclusión permanente revisable.

La lucha contra el narcotráfico y los delitos violentos son algunos de los asuntos más cuestionados en estos 15 años de Gobierno del Frente Amplio (FA), para los que ni Daniel Martínez (FA) ni Luis Lacalle Pou (PN) son partidarios de dicha reforma, que cuenta con un apoyo de en torno a la mitad de la población, según las encuestas.

La encuestadora Radar ve un apoyo del 43% como votos seguros. Por su lado Equipos señala un respaldo del 51%, pero advierte que “no todo el apoyo se puede traducir en votos”, mientras que Opción le da un 52% de apoyo aclarando también que el apoyo no se tiene porque traducir en votos. Por lo tanto, hay una gran incógnita sobre que terminará pasando.

Esto también se debe a que muchas agrupaciones de casi todos los partidos decidieron ensobrar su lista con la papeleta, pero otras dentro de las mismas colectividades, no lo hicieron. Las agrupaciones que como es tradicional reparten listas en plazas, parques y zonas comerciales, entregan únicamente la de sus candidatos y en algunos casos la papeleta por el Si. Por lo tanto, quienes deseen adherir a la propuesta deberán mayormente buscar la denominada “papeleta blanca” en el cuarto secreto. Vale aclarar que sólo se vota por el Si, ya que no existe una papeleta por el No.

Uno de los focos de la votación de este domingo está en el plebiscito “Vivir Sin Miedo” (REUTERS/Mariana Greif)
Uno de los focos de la votación de este domingo está en el plebiscito “Vivir Sin Miedo” (REUTERS/Mariana Greif)

Los colegios electorales de Uruguay han abierto sus puertas este domingo para celebrar sus elecciones presidenciales más disputadas desde la culminación de la restauración democrática en 1985, y en las que el candidato oficialista, Daniel Martínez, ganaría este primer asalto con holgura pero no con la suficiente como para evitar una segunda vuelta en la que tendría como rival a Luis Lacalle Pou.

Unos 2,7 millones de uruguayos acuden este domingo a las urnas para estas elecciones generales en las que votarán al tándem de presidente y vicepresidente y renovarán los 99 escaños de la Cámara de Representantes y los 30 del Senado.

Martínez, que compite por el Frente Amplio, intentará conseguir otros cinco años para la coalición izquierdista, que llegó al poder en 2005 de la mano de Tabaré Vázquez, a quien sucedió José Mujica, que volvió a pasarle el testigo en 2015. Los últimos sondeos le sitúan en primer lugar, con una horquilla de entre el 41 y el 33 por ciento de los votos.

Le sigue Lacalle Pou, del Partido Nacional (PN), en el centro-derecha, que arañaría entre el 27 y el 22 por ciento de los sufragios quedando segundo. Por detrás se encuentran Ernesto Talvi, del Partido Colorado (PC), con entre un 16 y 10 por ciento, y el general Guido Manini Ríos, de Cabilo Abierto, con entre un 12 y un 10 por ciento.

Estos números vaticinan una segunda vuelta, dado que ninguno supera el umbral mínimo del 50 por ciento de los votos. Así, Martínez y Lacalle Pou se medirían el próximo 24 de noviembre en un balotaje donde la victoría sería para el más votado. Aquí, las encuestas pronostican un vuelco electoral a favor del candidato opositor.

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