El presidente de Bolivia, Evo Morales, aseguró este jueves que ganó en primera vuelta la reelección en Bolivia, al obtener más de 10 puntos de diferencia sobre el opositor Carlos Mesa, un resultado que según la ley evita un balotaje pero que aún no ha sido confirmado por la autoridad electoral.
“Una buena noticia (...) Ya ganamos en la primera vuelta”, dijo Morales en una rueda de prensa, citando que en el cómputo oficial -con más del 98% del escrutinio- su partido tendría el 46,83% de los votos, frente al 36,7% de Carlos Mesa.
Para evitar una segunda vuelta, el candidato a la cabeza debe obtener la mayoría absoluta o al menos el 40% de los votos y 10 puntos de diferencia sobre el segundo.
El mandatario ha lamentado que ciertos “grupos de políticos” desconozcan los datos. “Insisten en el odio, en el desprecio, en la discriminación”, ha asegurado, invitándo a la oposición a una “profunda reflexión” sobre lo ocurrido en estos últimos días, marcados por las tensiones políticas y sociales.
Pese a decir que ganó en primera vuelta, sostuvo: “Todavía no terminó el conteo. Podemos bajar, podemos subir porque soy optimista y faltan votos del campo”.
Luego remarcó que éste “es el mejor momento de Bolivia en democracia” e insistió en que está en marcha un golpe de Estado: “Tenemos pruebas para demostrar el golpe de Estado. Vamos a defender la democracia porque ha costado recuperarla. Antes de la elección hablaban de fraude sin pruebas, por eso son golpistas. El delito es ser indio presidente”, expresó.
En la víspera, el opositor Mesa dijo que no reconocerá los resultados del Tribunal Supremo Electoral, al que acusa de haber manipulado la votación para favorecer al candidato oficialista, por lo que grupos opositores mantienen protestas en todo el país.
Los resultados del cómputo del TSE se han divulgado en medio de críticas de los opositores y observaciones de la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Europea y países como Brasil, Argentina y Estados Unidos. Las objeciones radican en que primero dio resultados de un sistema de conteo rápido, denominado TREP, que avizoraba una segunda vuelta entre Morales y Mesa, y luego pasó a un segundo sistema de cómputo oficial.
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