La policía federal brasileña allanó nueve inmuebles vinculados con el titular del partido del presidente Jair Bolsonaro, el diputado Luciano Bivar, en medio de acusaciones de fraude electoral durante la campaña que llevó al Gobierno al derechista.
Los registros, autorizados por un tribunal electoral, se llevaron a cabo en el estado de Pernambuco, y entre los objetivos del operativo figuran una residencia de Bivar, la sede del partido en ese estado y una gráfica, donde confiscaron documentación, ordenadores, celulares y memorias USB.
La policía investiga denuncias de que el Partido Social Liberal (PSL) de Bolsonaro dio fondos a llamados candidatos “naranja” (falsos) durante las elecciones de 2018. La financiación de candidatos sin posibilidades de ganar ha sido históricamente una manera de burlar las leyes de financiación de campaña u obtener sobornos en Brasil.
En un comunicado emitido por las fuerzas de seguridad afirman que puntualmente están investigando acusaciones que señalan que fondos electorales destinados a campañas de candidaturas femeninas fueron desviados a otros medios. Al parecer, muchas de esas candidaturas, necesarias para cumplir con las cuotas de equidad de género, eran ficticias.
El despacho de abogados que representa a Bivar dijo en un comunicado que consideraba que la orden de allanamiento era innecesaria porque la investigación de presunta corrupción en la campaña presidencial comenzó hace 10 meses “sin indicios de fraude”.
El gobierno y el Partido Liberal Social se negaron a hacer comentarios sobre el tema pero, sin embargo, el escándalo ensombreció la promesa de Bolsonaro de atacar la corrupción endémica en el país.
En febrero, el presidente despidió al asesor clave Gustavo Bebianno días después de que un periódico lo vinculara con el escándalo de corrupción. Bebianno ha negado cometer delito alguno.
Una corte electoral regional dijo que emitió la orden de allanamiento el lunes, pero que no podía divulgar detalles porque la investigación policial estaba bajo secreto de sumario.
La investigación policial se produce en medio de un conflicto dentro del partido PSL que encuentra a Bolsonaro enfrentado con Bivar.
De acuerdo con la prensa local, Bolsonaro y otros legisladores pidieron una auditoría interna del PSL, y el jefe de Estado está evaluando formas de abandonar el partido. Las divisiones en la coalición gobernante podrían debilitar la posición del gobierno en el Congreso.
Entre los proyectos de ley económicos que Bolsonaro pretende aprobar en el Congreso figuran una revisión a las pensiones a fines de este mes, y otras propuestas en las próximas semanas, incluida una reforma fiscal y la independencia formal del banco central.
Bolsonaro evidenció las fricciones existentes con el PSL, cuando días atrás recomendó a un seguidor suyo que “olvidara” a ese partido político y también al diputado Bivar porque, según afirmó, “están muy quemados”. En la víspera, el portavoz de la Presidencia de Brasil, Otávio do Rego Barros, salió al paso sobre la crisis en el seno del partido y comentó que “cualquier matrimonio es susceptible de un divorcio”.
Mientras, el mandatario se ha anticipado a una eventual separación con el PSL, y ha iniciado conversaciones con dirigentes de al menos cinco partidos, según dijo en una entrevista con ‘O Globo’ su abogado electoral, Karina Kufa.
El PSL era una plataforma minúscula, pero irrumpió con fuerza en las elecciones legislativas de 2018 alentado por Bolsonaro y ahora cuenta con 53 de los 513 diputados, siendo el segundo mayor grupo en la Cámara Baja, por detrás del opositor Partido de los Trabajadores (PT), que tiene 54 escaños.
En el partido, de corte liberal en el apartado económico pero conservador en lo social, también militan dos hijos de Bolsonaro: Eduardo, quien fue el diputado más votado de Brasil, y el senador Flavio. Este último fue investigado por la Fiscalía por movimientos financieros atípicos y uso de funcionarios “fantasma” en su etapa como diputado regional de Río de Janeiro, aunque las pesquisas fueron suspendidas por orden de la Corte Suprema.
Con información de AP, EFE y Bloomberg
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