El presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, y los principales líderes del movimiento indígena del país inauguraron este domingo una mesa de diálogo para poner fin a las fuertes manifestaciones de los últimos días. Durante su comparecencia, los indígenas exigieron al Ejecutivo derogar el decreto 883, que elimina el subsidio a las gasolinas.
“Está en sus manos señor presidente recuperar la patria. Tenemos bajo nuestra responsabilidad la dignidad de un país que nos reconoce como su legítimo interlocutor. ¡No vamos a negociar esa dignidad, no vamos a negociar nuestros caídos!”, manifestó Jaime Vargas, titular de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), quien advirtió que si el Gobierno no accede a este pedido los manifestantes seguirán “firmes y unidos” en su reclamo.
“Esperamos que hoy se encuentre una solución definitiva y duradera”, agregó.
Asimismo, pidió la “inmediata” destitución de los ministros de Gobierno (Interior), María Paula Romo, y de Defensa, Oswaldo Jarrín, por la “violencia desmedida” durante las protestas, que hasta el momento dejan siete muertos y 1.340 heridos: “Como un gesto de paz social al país, pedimos señor presidente (...) su inmediata separación de estos dos ministros”.
El presidente Moreno replicó a Vargas y dijo que, para él, la eliminación del subsidio a las gasolinas sí beneficiará a la población, sobre todo a la más pobre, pero que también fortalecerá la dolarización.
El mandatario alentó a buscar una fórmula para que el dinero que se genere por la eliminación del subsidio se dirija a los más pobres y señaló que en eso debería trabajar una comisión bilateral que analizará las posiciones: “Soy un hombre de principios. Si el subsidio de la gasolina está siendo destinado para las personas que trafican, se enriquezcan, me opongo a que eso pase. Jamás ha sido la intención afectar a los sectores más desprotegidos”.
El jefe de Estado aclaró, no obstante, que lo único que no hará es conversar con los correístas. Es decir, con los seguidores del ex presidente Rafael Correa, a quien culpó de la crisis que afecta al país y de haber alentado una ola de desestabilización: “No voy a conversar ni un solo momento con los correístas”.
El inicio de las conversaciones se realiza en las instalaciones de la Unidad Educativa Salesiana “Cardenal Spellman”, un colegio ubicado en el sector de San Patrico, en la zona de Lumbisí, a unos 30 kilómetros al sureste de Quito.
El proceso empezó con un minuto de silencio por las personas fallecidas en las jornada de protesta que comenzaron el pasado 3 de octubre.
Altos dirigentes de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), la organización indígena más importante de Ecuador, junto con otras como la Feine y la Fenocin, acudieron al diálogo con el Gobierno para tratar de “encontrar una solución” consensuada al conflicto, que ya lleva 11 días de caos.
Tanto la CONAIE como el presidente Moreno se han comprometido a revisar el decreto 883, que elimina el subsidio a la gasolina, para responder al acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre una inyección de 4.200 millones de dólares para el país.
Tras el anuncio, la CONAIE ha pedido a las Fuerzas Armadas, la Conferencia Episcopal, la ONU y otras instituciones, garantías y vigilancia para los diálogos.
De forma paralela, las violentas protestas que tuvieron lugar en el centro de Quito hasta el sábado se reanudaron esta tarde en las inmediaciones del parque El Arbolito, donde se ubica el Ágora de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, lugar de concentración de la fuerza indígena.
La Policía ha tenido que usar abundante gas lacrimógeno para repeler las protestas y cumplir el estado de "toque de queda" aplicado desde la tarde del sábado en Quito por el Gobierno, que no se ha cumplido de forma cabal.
Ecuador cumple este domingo once días desde que se desatara una oleada de manifestaciones contra el incremento de los precios de los combustibles, que forma parte de las condiciones de un acuerdo crediticio con el Fondo Monetario Internacional (FMI)
MÁS SOBRE ESTE TEMA: