La Asamblea General de la ONU elegirá el 17 de octubre a 14 nuevos miembros de su Consejo de Derechos Humanos —integrado por representantes de 47 países— para un mandato de tres años, que comenzará en enero de 2020. En un primer momento, el grupo de América Latina y el Caribe en las Naciones Unidos, al que le toca elegir a dos integrantes en este turno, había presentado solo dos candidatos: Brasil y Venezuela.
Por cómo funciona la institución, estaba prácticamente garantizado que ambos países fueran elegidos, sin importar sus antecedentes. No obstante, Costa Rica se sumó a la competencia el 3 de octubre, lo que impulsó una campaña internacional para que la Asamblea General excluya a Venezuela del organismo.
“Estados Unidos cree que la elección de un violador de los derechos humanos como Venezuela sería una afrenta para el Consejo de Derechos Humanos, y para la protección de los derechos humanos en Venezuela y en el mundo. Es una proposición indignante”, sostuvo Jon Piechowski, subsecretario adjunto encargado de supervisar la diplomacia pública de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, durante una sesión informativa de la que participó Infobae este viernes.
“Nicolás Maduro preside un régimen que utiliza a las fuerzas de seguridad para reprimir a su pueblo —continuó—. La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, presentó un informe con evidencias de más de 7.000 ejecuciones extrajudiciales. Es un sistema que usa la violencia para aterrorizar a la población. Maduro tiene a 470 presos políticos en sus cárceles y en la de su policía secreta, que viven en condiciones terribles, y hay informes creíbles que revelan que sufren torturas".
Una coalición de 54 organizaciones internacionales dedicadas a la defensa de los derechos humanos se sumó al pedido de Estados Unidos de excluir a Venezuela del Consejo. La decisión final la tendrá la Asamblea General, donde el régimen de Maduro tiene muchos detractores en todo el mundo, aunque le quedan algunos aliados como Rusia y China, que no se preocupan demasiado por los crímenes de lesa humanidad.
“Quisiera hablar también de la censura a la prensa”, dijo Piechowski. “Maduro prácticamente ha cerrado todos los medios de comunicación independientes, desde canales de televisión, radios y diarios, hasta medios en internet que han sido bloqueados”.
“Maduro incluso usa a la comida como un instrumento de represión. A través del programa de distribución de alimentos llamado CLAP, decide que quienes no muestran obediencia no reciban comida. El uso del alimento como un arma política de opresión lo descalifica largamente a Maduro para enviar a un representante a Ginebra”, agregó.
El funcionario destacó que, si bien una resolución de un organismo como el Consejo de Derechos Humanos no puede por sí misma salvar vidas, el trabajo de investigación y difusión que hacen instituciones como la Alta Comisionada son cruciales para exponer los abusos que se cometen y presionar a sus perpetradores. Por eso es tan importante que el régimen venezolano no pueda ingresar al Consejo para torpedear ese tipo de esfuerzos.
“Vamos a seguir trabajando con distintos países alrededor del mundo para aumentar la presión contra Maduro para que haya una transición hacia la democracia, una restauración de la democracia venezolana. Así los venezolanos no tendrá que seguir viviendo con miedo a ser asesinados por las fuerzas de seguridad”, afirmó Piechowski.
El Departamento de Estado advirtió que profundizará las medidas que viene tomando contra el régimen y buscará la cooperación de otras naciones. “Estados Unidos ha incrementado las sanciones contra Venezuela y contra sus funcionarios, y hay más sanciones por parte de otros países, incluyendo a la Unión Europea. El Tratado de Río (por el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, TIAR) provee a los países de la región de mecanismos adicionales para aumentar la presión contra Maduro y sus hombres, para que se den cuenta de que el actual estado de cosas no es tolerable, y que deberían tomar la decisión correcta de dar un paso al costado para que regrese la democracia a Venezuela”.
Por último, Piechowski le dejó un mensaje a Moscú. “Estados Unidos dijo claramente que el rol que está jugando Rusia en Venezuela no ayuda, que el apoyo que le da a Maduro no es consistente con lo que quiere el pueblo venezolano. Es interesante que Venezuela esté gastando tanto de su presupuesto en armas de Rusia cuando podrían estar ayudando a su pueblo. Vamos seguir trabajando para encontrar maneras de aislar a Maduro”.
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