Después de la polémica, tanto el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, como el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Mike Pompeo, negaron este jueves que su país haya restado apoyo a Brasil en su carrera para ingresar a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Pompeo afirmó, a través de su cuenta de Twitter, que “contrariamente a los reportes de medios”, Estados Unidos apoya plenamente a Brasil en su proceso para convertirse en un miembro pleno de la organización, en consistencia con la declaración conjunta hecha el 19 de marzo por los presidentes de ambos países.
Actualmente, de América Latina sólo Chile y México forman parte de este grupo de países industrializados y en vías de desarrollo y con prácticas promercado.
“Nosotros hemos acogido con beneplácito los esfuerzos en curso en Brasil para más reformas económicas, mejores prácticas y un marco regulatorio que esté en línea con los estándares de la OCDE”, dijo Pompeo que afirmó que Estados Unidos hará un gran esfuerzo para apoyar la entrada de Brasil.
El jueves por la noche, también el presidente Donald Trump afirmó que seguía apoyando la entrada de Brasil en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, a pesar de la carta en cuestión. En su cuenta de Twitter, el mandatario expresó que una declaración conjunta con el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, “en marzo deja en claro que apoyo el inicio del proceso para que Brasil sea miembro pleno de la OCDE”. Añadió que las informaciones publicadas el jueves por Bloomberg News sobre la carta eran una “noticia falsa”.
La embajada de Estados Unidos en Brasil indicó en un comunicado que apoya una ampliación de la OCDE, a un ritmo “moderado” que tenga en cuenta la necesidad de presionar por reformas de gobernanza.
Los pronunciamientos ocurrieron luego de que se filtrara información de que Estados Unidos formalizó su respaldo a la candidatura de Argentina y de Rumania, sin incluir a Brasil. En una misiva, enviada el 28 de agosto pero que recién se conoció este jueves, se afirma que “los Estados Unidos prefieren realizar nuevas incorporaciones a la OCDE (un club de las grandes potencias occidentales) a un ritmo lento, que implique presionar a los países por la planificación de la gobernanza”.
En la nota, Pompeo manifiesta puntualmente la prioridad que Washington da a las candidaturas de Argentina y Rumania, excluyendo de la nómina a Brasil. La organización está integrada por 36 país, la mayoría europeos. Y a ellos se les suman Estados Unidos, Canadá, México, Chile, Japón, Corea del Sur, Australia, Nueva Zelandia y Turquía.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, desestimó en todo momento que la decisión signifique una falta de apoyo a su país. “Estamos prácticamente llegando (al objetivo de entrar a la OCDE). Solo que dos países estaban antes, Argentina y Rumania”, dijo el mandatario en una transmisión de Facebook Live.
“Nosotros continuamos firmes y fuertes” en el proceso de adhesión, añadió Bolsonaro, estimando que en un año y poco más lograrán el objetivo.
El jueves, en momentos en que se difundía la postura de Washington, el canciller brasileño Ernesto Araújo expresó en el Foro de Inversiones Brasil 2019, que el país “está listo para ingresar en la organización. Estamos viviendo una extraordinaria apertura económica. Nosotros y el sector privado creemos que entrar en la OCDE será la llave para el desarrollo de Brasil”.
En las palabras de Araújo, “la apertura de Brasil a la cadena global de valor exige asociarse con todos los inversores. Para eso elaboramos una agenda capaz de crear la oportunidad para todos”.
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