Una sicaria colombiana apodada “La Diabla” que admite que le “encanta matar gente” ha puesto al descubierto el brutal costo humano del narcotráfico.
La asesina, de 39 años de edad, fue entrevistada en el último episodio de Doing Drugs For Fun, un documental en el que cuatro británicos -consumidores ocasionales de cocaína- viajan a Medellín, Colombia, para conocer la realidad detrás de la fabricación y suministro de su droga predilecta.
Entre ellos está Chanel, de 25 años, que entrevistó a la mujer que admitió haber matado a varias personas desde que fue arrastrada al cartel a la edad de 15 años. La lista de víctimas incluye mujeres embarazadas y a su propio primo. Y asegura que ha aprendido a “amar” su ocupación.
Consultada sobre su último asesinato, confesó que hace ocho días había cortado a pedazos a un hombre y arrojado su cuerpo al río porque se había negado a matar a otra persona: “Hace ocho días maté a un man porque no la hizo”, dijo.
“Lo picamos, lo echamos en una bolsa y lo tiramos por el río y chau”, agregó. “Nunca más lo vuelven a ver”.
Explicó que la vida de crimen -a la que dice haber sido forzada- no era la que hubiera elegido para sí misma, pero agregó que era representativa del lema “matar o morir” que rige la vida de los cárteles en Colombia.
“Me gustaba que me pagaran por matar”, dijo la sicaria en la entrevista con Chanel, que se celebró en una cabaña remota perteneciente al cartel. “Me encanta la locura. No cuando era pequeña, pero desde los 15 años que me ha encantado ver cómo se me caen las cosas a mi alrededor”.
En respuesta a una pregunta de Chanel sobre si alguna vez había matado a su familia, la mujer admitió haber matado a su primo para salvar su propia vida, diciendo que el cártel la habría asesinado si se hubiera negado a hacerlo. “Me tocó matarlo o si no, me pelaban a mi", justificó.
Hacia el final de la entrevista, la mujer profundizó en lo despiadado que podía ser su trabajo de asesina, diciendo que mató a muchos hombres e incluso mujeres embarazadas y que no le importó.
“Seguiré hasta que me maten, hasta que eso sea todo”, asegura La Diabla. “No hay vuelta atrás”.
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