La región comienza a observar con preocupación las violentas protestas de los últimos días en Ecuador. Este martes, siete países latinoamericanos, entre ellos Argentina, Brasil y Colombia, rechazaron “toda acción” del dictador venezolano, Nicolás Maduro, y sus aliados para “desestabilizar” al gobierno de Lenín Moreno, que enfrenta fuertes protestas tras el anuncio de alzas del precio al combustible decretadas la semana pasada.
“Los gobiernos de Argentina, Brasil, Colombia, El Salvador, Guatemala, Perú y Paraguay manifiestan su rotundo rechazo a todo intento desestabilizador de los regímenes democráticos legítimamente constituidos y expresan su firme respaldo a las acciones emprendidas por el presidente Lenín Moreno”, indica un comunicado difundido en Bogotá por la cancillería colombiana.
Las siete naciones además condenaron cualquier influencia de Maduro, al que no reconocen como presidente legítimo de Venezuela, y sus aliados para “desestabilizar” al mandatario ecuatoriano.
“Así mismo, rechazan toda acción encaminada a desestabilizar nuestras democracias por parte del régimen de Nicolás Maduro y de los que buscan extender los lineamientos de su nefasta obra de gobierno a los países democráticos de la región”, indicaron.
El respaldo del grupo de países latinoamericanos se une al brindado el lunes por Estados Unidos, aliado de Moreno, a Ecuador.
La secretaría general de la Organización de Estados Americanos (OEA), encabezada por Luis Almagro, también se pronunció sobre la situación de Ecuador y, por medio de un comunicado, condenó los “actos de violencia” registrados durante las protestas.
“La Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos condena enérgicamente los actos de violencia registrados en los últimos días en Quito”, indicó la entidad en el texto. Asimismo, llamó al diálogo para que “los actores políticos y sociales resuelvan sus diferencias por la vía pacífica”.
Después de que el ex presidente Correa pidiera el adelanto de las elecciones, la OEA indicó que es “fundamental que todas las partes respeten el término constitucional por el que fue electo el presidente” y rechazó “cualquier forma de interrupción de su gobierno”.
El lunes por la noche, Moreno acusó a Correa y a Maduro de intentar desestabilizar su gobierno. “El sátrapa de Maduro ha activado junto con Correa su plan de desestabilización (...) Son los corruptos que han sentido los pasos de la Justicia cercándolos para que respondan. Ellos son quienes están detrás de este intento de golpe de Estado”.
A raíz de las violentas protestas, el jefe de Estado se vio obligado a trasladar su sede de gobierno de Quito a Guayaquil.
Moreno anunció el pasado 1 de octubre el fin de los subsidios al combustible y su consecuente aumento de precios como cumplimiento de una exigencia del FMI para prestarle más de 4.000 millones de dólares.
La decisión provocó desde entonces multitudinarias protestas, que han tocado la fibra económica del país.
Las protestas dejaron hasta el momento un muerto y cientos de heridos y detenidos. Como consecuencia de los hechos de violencia, Lenín Moreno decretó estado de excepción por 60 días.
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